Divorcio millonario en la City: 100 millones de euros a pesar de su 'affaire' con el fisio

Se ha resuelto un caso de divorcio en Londres de los que hacen historia. El litigio que manteníanel multimillonario y extrabajador de Lone Star, Randy Work (47 años), y su otrora esposa y ama de casa, Mandy Gray (45), se ha resuelto con una decisión salomónica. De los 200 millones de euros en patrimonio de ambos, Work tendrá que pagarle unos 100 a su ex. Es la segunda vez que un tribunal británico obliga a alguien a pagar una cantidad tan elevada. Y eso queel exejecutivo hizo todo lo posible para “no darle ni un duro” a su exmujer. ¿El motivo? Mandy había roto un acuerdo posnupcial y este hecho la obligaba a disfrutar solo de siete millones de eurospor no cumplir con los términos que recogía el documento.

Durante semanas, el magistrado encargado del caso intentó conseguir que la parejallegara a un acuerdo justo del reparto de los activos,así como los muebles antiguos y las piezas de arte moderno que el matrimonio atesoró durante sus años de matrimonio. “Sería discriminatorio no repartir la fortuna de forma igualitaria”, aseguró.RandyyMandy,con dos hijos de 15 y 12 años de edad, comenzaron a vivir juntos en 1992, se casaron en Californa en 1995 y se separaron hace dos años.

En 1997, Randy Word comenzó a trabajar en Lone Star con sede en Dallas (Texas) y un año más tarde se trasladaría con su mujer a Tokio, donde vivieron hasta el año 2005. Allí, él se dedicó a comprar y vender propiedades inmobiliarias durante los años más duros de la crisis japonesa y donde amasó gran parte de la fortuna que aportó al matrimonio. Hasta 2008. Fue entonces cuando trasladaron su domicilio conyugal a Londres y donde han vivido el ocaso de sus días como pareja.

Cinco años después, de buenas a primeras, Mandy abandonó el domicilio conyugal. En un apartamento del barrio del Kensington le esperaba su nuevo amor:el fisioterapeuta 'de cabecera' del matrimonio con quien llevaba saliendo desde hacía meses. Durante el juicio, Work alegó “estar muy dolido” por la infidelidad de su exesposa. Un hecho que causó “grandes estragos en la estabilidad emocional” de sus hijos. Pero ni con esas convenció al juez, quien prefirió obviar los rifirrafes personales y ahondar en la cuestión económica de la expareja. Entre las alegaciones esgrimidas por Mandy Gray se encontraban las que tenían que ver con la renuncia de la nacionalidad estadounidense de su marido para ahorrar en impuestos. Un hecho al que se negó en rotundo Work.

A pesar de loescalofriante de la suma que se repartirá la expareja, no ha sido la cifra más alta por un juicio de separación dictada por un juez británico.Existe un antecedente: Jamie Cooper-Hohn consiguió obtener 250 millones de euros tras litigar con su exmarido Chris Hohn.Un hombre que ostenta el puesto número 18 en la lista de los gestores de patrimonio más influyentes de la revista Forbes.