Pedro López Quesada e Iñaki Urdangarin, los 'beach boys' del clan Borbón alternativo

Cristina de Borbón y Grecia y Cristina de Borbón Dos Sicilias son como hermanas, hasta el punto de que cuando en enero de 2016 los Urdangarin tuvieron que instalarse en Mallorca para acudir al juicio de Nóos su amiga (y prima) se trasladó a Ginebra para cuidar de los nietos de los eméritos. Y entre ellas dos han hecho piña. No solo alcurnia, el nombre y el primer apellido, también sus dos maridos (el exnoble Iñaki Urdangarin y Pedro, Perico, López Quesada) comparten un pasado de escándalos en distinta medida.

Urdangarin, de momento, sobrevive airoso a Nóos y López Quesada hace lo propio tras su discreto paso por los llamados 'papeles de la Castellana', donde se desveló que en julio de 2016 había regularizado más de un millón de euros de una herencia acogiéndose a la amnistía fiscal de Rajoy, algo no ilegal (e incomparable a los factos de Urdangarin), pero igualmente incómodo y, sobre todo, feo.

Perico, el confesor del Rey y de Urdangarin

Perico, influyente confesor de Felipe VI, y un banquero de Citi, director general del área corporativa, con 25 años de experiencia en la entidad tras cursar estudios en Houston, encaja a la perfección con Urdangarin. Los dos eran civiles y se casaron con Borbones. Quesada pasó a formar parte del círculo cuando dió el 'sí, quiero' el 15 de julio de 1994 a Cristina de Borbón y Dos Sicilias, un ascenso parecido al de Iñaki Urdangarin, y los tres, con Don Felipe, se hicieron inseparables. De hecho, fueron Pedro e Iñaki los encargados de organizarle la despedida de soltero al entonces príncipe.

La relación de Iñaki y López Quesada ha resistido grandes pruebas. La más fuerte fue cuando Diego Torres filtró unos correos en los que el banquero y Urdangarin se burlaban del armador griego Markos Nomikos, casado con la hermana de la esposa de López Quesada.

Por cierto, la boda de López Quesada y Cristina se celebró en La Toledana, la finca de los duques de Calabria en Retuerta del Bullaque, Ciudad Real. Precisamente el lugar elegido por los Udangarin Borbón para su vuelta por la puerta de atrás a España. Justo esta semana pasada, cuando la familia real oficial posaba en Marivent, la infanta Cristina y Cristina 'la Dos Sicilias' con su hermano Pedro hacían de este mágico lugar en la milla de oro de la caza el nuevo Marivent, lanzando un órdago sin precedentes a los actuales monarcas, con lo que más les duele: el círculo de íntimos compartido.

El paseo de la infanta Cristina por los aledaños del Santiago Bernabéu, cerca de la casa del domicilio en Castellana de López Quesada, quince días después de su baño de masas durante las procesiones por La Mancha profunda, ha sido la gota que ha colmado el vaso.

Para un primo (Borbón) que se llevaba bien con la Reina Letizia.

Por cierto, y solo a modo de curiosidad, la casa Borbón-Dos Sicilias sería la heredera del trono de España si toda la familia de Felipe VI falleciera súbitamente, ya que Pedro de Borbón-Dos Sicilias ocupa el número 12 en la línea sucesoria. Los Urdangarin no mantienen la amistad con unos primos cualquiera. El clan Borbón alternativo cobra cada vez más sentido.

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