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Miércoles, 2 de septiembre de 2009

De piedra se quedó el cubano Asdrúbal cuando vio el plante que le hacían los periodistas el día en que inauguraba su barra de copas en el ático del hotel ME, uno de los locales de moda de la capital madrileña, situado en la céntrica Plaza de Santa Ana y que antaño fue refugio de grandes toreros.

El ex de Bibiana Fernández pidió por activa y por pasiva a los medios de comunicación presentes que se quedaran, que le echaran una mano en un día tan importante para su futuro profesional, pero la decisión estaba tomada, y los reporteros, fotógrafos y cámaras televisivos abandonaron el lugar sin cubrir el acto.

¿Los motivos? Que les impedían desarrollar su trabajo en condiciones. Y cuando protestaron, alguien de la organización les comunicó que eso es lo que había y que si querían irse, que se marcharan. Lo que había es que el photocall se había colocado en plena calle, en un lugar en el que los automóviles pasaban a escasos metros de los sufridos periodistas. Y la gota que colmó el vaso fue que un taxi estuvo a punto de atropellar a uno de los fotógrafos.

Como nadie tomaba soluciones, y no se permitía subir a la prensa al lugar donde estaba ubicada la barra en cuestión, y como siguieron insistiendo en que el trabajo debía realizarse en medio de la transitada calle, los periodistas analizaron la situación y llegaron al acuerdo de boicotear la cobertura del evento.

Una última tentativa de Asdrúbal para convencerles de lo contrario no sirvió de nada. Unos no dieron marcha atrás y los otros se quedaron sin publicidad en los medios. A veces hay que tomar este tipo de medidas de fuerza para recordar a determinados organizadores de fiestas que los periodistas se merecen un buen respeto.

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