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Elizabeth Taylor se queda sin firma de joyas

@Vanitatis.com - 27/06/2008

Elizabeth Taylor se queda sin firma de joyas
 Elizabeth Taylor en el papel de 'Cleopatra'

Las unión de la actriz Elizabeth Taylor y Kathy Ireland ha finalizado. La segunda abandona el barco de la firma de joyas de la inolvidable protagonista de Cleopatra, House of Taylor. Todo ello tras las calificación por parte de la Securities and Exchange Commission, la compañía de la diva, es insolvente.

La salida de Ireland del acuerdo no supone ninguna novedad, ya que otros de los directivos, Jack Abramov, jefe ejecutivo y Monty Abramov, vicepresidente de la firma, dimitieron de sus cargos en abril de este mismo año, también lo haría Lyle M. Rose, presidente de la joyería, que dejó la compañía cuando dejó de percibir su salario. Sólo un avance de lo que se veía venir desde hace tiempo.

A pesar de que House of Taylor llegó a estar en el Nasdaq, en mayo de este mismo año, desapareció de los índices bursátiles y no podrá seguir operando bajo el nombre de Taylor. Una firma que recogía ‘House of Taylor Jewelry’, ‘Elizabeth’ y ‘Kathy Ireland Jewelry’ y que lleva ya unos meses avisando de su situación económica a través de cartas en las que explican que han suspendido el pago de los créditos y del sueldo de cinco de sus empleados.

Con esto, la compañía está avocada a la liquidación para hacer frente a todos sus pagos. Por este motivo, Kathy Ireland ha finalizado su acuerdo con Taylor. La firma de Ireland pertenece a Kathy Ireland Worldwide, una marca paraguas que recoge líneas de ropa, una firma de decoración y jardinería, productos de cocina y, hasta hace unos días de joyería asociada al nombre de la actriz de ojos violetas.

Taylor se dedica a la venta de joyas de diseño propio y a los diamantes. Una piedra, sin duda, ligada a la historia de la intérprete inglesa de ¿Quién le teme a Virginia Woolf?, después de 1969, cuando su dos veces marido Richard Burton le regaló el llamado diamante Taylor-Burton de 69 quilates gastándose en la joya 1,2 millones de dólares.

La actriz se divorció de Burton algún tiempo después, pero su gusto por las joyas y, en especial por los diamantes continuó, por lo que amplió su colección. Un caro hobby sobre el que más tarde escribiría un libro y que convertiría en negocio. Ahora, Liz Taylor tendrá que despedirse del mundo de la joyería o, por lo menos por el momento, de su socia.

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