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Sábado, 11 de julio de 2009

Marbella anda revolucionada por la fiesta que Jossie Binstock le ha organizado a su marido este próximo sábado por su ochenta cumpleaños. El homenajeado, Judha Binstock, es uno de los grandes propietarios de suelo en Marbella. Dicen los que conocen el percal que el festejo será de los que no se olvidan. Y es que puede ser que sea la última vez que los anfitriones reciban en Casa Magnolia, la villa donde vive el polémico millonario y su familia.

Por un lado, las nuevas ordenanzas obligan a controlar los ruidos más allá de las dos de la mañana y, por lo tanto, y según el clamor popular de los ricos, “a nadie le merece la pena darse la paliza para que las fiestas acaben como si fueran parties de adolescentes”. Y por otra parte, los asuntos judiciales que hasta ahora no le han afectado directamente podrían cambiar de rumbo.

Según informaba Amparo de la Gama en El Confidencial, “el nombre de Judah Binstock es todavía desconocido en la trama judicial urbanística de Marbella. Pero puede dejar de serlo si Juan Antonio Roca sigue con su nueva estrategia ‘delatora’ y tirase de la manta. Desde que el cerebro de la operación Malaya ha anunciado públicamente que empezará a decir la verdad, muchos magnates de las finanzas están en el punto de mira. Binstock aparece en diferentes “paginas, anotaciones y memorándum” de la última agenda que se le incautó a Roca y que la Audiencia Nacional puso en conocimiento de la fiscalía Anticorrupción”.

Durante años, las celebraciones veraniegas que organizaban Kashogui, los familiares del rey Fadh, y en menor medida el matrimonio, era un alarde de más es más. Cuando la hija cumplió 18 años, el padre Binstock tiró la casa por la ventana. Como anécdota, y para que la humedad nocturna no encrespara el pelo de las señoras, se montaron en el jardín unas carpas confeccionadas con tela de paracaídas traídas especialmente desde París. El precio de este “detalle”, junto con el caviar y el champagne a granel, no era cuantificable. Al menos, en aquellos años.

El sábado por la noche los cerca de trescientos invitados que acudan a Casa Magnolia tendrán a su disposición todo aquello que se puede comprar con dinero. Dos orquestas amenizarán la velada que contará con la presencia de la baronesa Thyssen y todos los ViP’s de Marbella. Manolo Segura, amigo del matrimonio, se ha encargado de convocar al resto de conocidos e íntimos. A todos ellos se les ha pedido que vayan vestidos de los años setenta.

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