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Sábado, 11 de julio de 2009

La popular canción de The Refrescos de 1989 Aquí no hay playa, ha dejado de ser una utopía. Bueno, al menos, en parte. Y es que, gracias a los balnearios y a la piscina de agua salinizada abierta hace menos de dos años en Parla, ya podemos disfrutar de la sensación de estar en el mar sin estarlo, eso sí, salvando las distancias. Como vemos las opciones son variadas y diversas y, gracias a ellas, todos podrán disfrutar de los beneficios del agua del mar.

Una playa en pleno corazón de Parla

Sí la ‘crisis’ no le ha permitido disfrutar de sus merecidas vacaciones a orillas del mar, sin duda, lo recomendable sería visitar la playa artificial que los parleños poseen en su ciudad. Inaugurada en 2006, se trata de la primera piscina de agua salada de España a la que se suman un balneario integrado por un gimnasio y un spa. Nació con la idea de que las personas alérgicas al cloro pudieran refrescarse sin necesidad de tener que buscar alternativas más caras y complicadas, como ir a un río o, en su defecto, hacerlo en la bañera de casa. La piscina, que se halla en el polideportivo Victoria, tiene unos 20.000 metros cuadrados de césped y arena y unos 3.000 metros de piscina de recreo, dos piscinas de chapoteo y dos de saltos que rondan los 250 metros. Tiene una capacidad para 2.000 personas, por lo que no será difícil encontrar sitio. El mantenimiento de la salinidad del agua se consigue a través de un sistema de electrólisis.

Relajación a orillas del ‘mar urbano’

En cambio, si lo que desea es relajarse y olvidarse de las preocupaciones de la vida diaria, déjese caer por un balneario urbano. En Madrid hay unos cuantos centros que ofrecen esta posibilidad a unos precios bastante asequibles. Las aplicaciones con agua de mar incluyen desde duchas o baños a tratamientos con algas o fango. En primer lugar, estarían las piscinas de hidromasajes pero con agua salinizada. También, y para proporcionar masajes mientras nos diluimos con el agua, nada mejor que un baño con chorros. Por último, en cuanto a piscinas se refiere, encontramos la piscina dinámica orientada a la recuperación funcional y la piscina normal, básicamente con una utilidad puramente relajante.

Por otro lado, están los lodos y las algas marinas, sin duda alguna, el complemento más eficaz para la acción terapéutica del agua marina. La mayor parte de ellos se aplican por medio de cataplasmas aunque hay quien se atreve con baños, del mismo modo que hacen los miles de visitantes del Mar Muerto.

Los beneficios de un baño salado

A pesar de lo que pueda parecer, el agua de mar es realmente provechosa para la salud, algo que ya se comprobó la burguesía española de principios de siglo. Y es que más de uno tuvo que pasar largas temporadas a orillas del mar con el fin de cuidarse los achaques. Entre los múltiples beneficios resaltamos los siguientes: tonifica la musculatura; activa la circulación periférica; estimula el crecimiento; cura problemas dermatológicos; tiene efecto antibiótico y bacteriostático; protege de enfermedades ginecológicas; tiene efecto depurativo y adelgazante y, además, anti-estrés. Este artículo no puede terminar sin destacar, ya por último, que las terapias con agua de mar, conocidas como talasoterapia, pueden ser practicadas por todo tipo de personas independientemente de la edad.

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