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Sábado, 11 de julio de 2009

Rodeado de expectación, pero también en medio de una gran discreción, el actor George Clooney ha sido la estrella invitada en una selecta cena en Ginebra para recoger fondos destinados a apoyar al candidato demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama. Gracias a la fiesta las arcas del senador por Illinois han aumentado en 900.000 dólares, cantidad que supone la recaudación obtenida de las entradas de los invitados.

La velada, que se desarrolló en el corazón de la Ciudad Vieja de Ginebra, transcurrió en dos partes: una primera recepción en el Museo de la Reforma, en la que 170 invitados, que desembolsaron previamente 1.000 dólares (unos 690 euros) por cabeza, escucharon de labios de la estrella un discurso en el que ensalzaba la figura del senador por Illinois.

La noche continuó con una cena, con sólo 75 invitados, en el domicilio particular del abogado estadounidense Charles Adams, afincado en Suiza desde hace 22 años y organizador del evento. También en la Ciudad Vieja, los privilegiados asistentes a este ágape pagaron 10.000 dólares (6.900 euros) cada uno por compartir mesa y mantel con el actor.

La velada estuvo íntegramente reservada a ciudadanos estadounidenses, por lo que se instaló un control de pasaportes para evitar que se cuelen intrusos. Y el propio Adams había garantizado a Clooney que gozaríá de la tranquilidad y discreción que había solicitado y que no se iba a ver asaltado por masas de fans.

"Le he asegurado personalmente a George Clooney”, afirmaba Adams antes de la gala, “que Ginebra es una ciudad donde la contención es la norma y que no será asaltado por fans que intenten arrancarle la camisa". Según el organizador, la estrella había hecho saber, por su parte, que "no piensa tener contactos con la prensa".

Un servicio de seguridad privado veló por la seguridad y el buen desarrollo de la velada. Clooney llegó a Ginebra acompañado por "tres o cuatro personas", según afirma la prensa suiza, antes de volver a viajar esta mañana a la Mostra de Venecia.

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