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Las flores de Louis Vuitton son un diamante

@Sofía Carmona - 10/11/2008

Las flores de Louis Vuitton son un diamante
 

La necesidad de asociar nuestra imagen a una marca es, cada vez, más habitual en los tiempos en que vivimos. Una gran mayoría de la gente no suele usar ropa de marca (más o menos) a no ser que el logotipo aparezca claramente y de forma visible en la prenda o calzado. Es más, algunas personas llegan, incluso, a comprar falsificaciones en las que lo único que abunda es dicho símbolo. Aunque estas prácticas parezcan exclusivas de los nuevos ricos, no hay que olvidar que los más poderosos también son humanos y, como tales, son fáciles de influenciar.

 

Una de las marcas que más juega con este aspecto es la capitaneada por el millonario francés Bernard Arnault, Louis Vuitton. Su seña de identidad se basa en vender complementos, accesorios y joyas con el estampado de su logotipo: las flores de cuatro caras y las letras engarzadas LV, de fácil confusión con el nombre de nuestros diseñadores más flamencos, Victorio&Luchino.

 

Un diamante con nombre y apellidos

 

Ahora han ido un paso más allá y han creado y patentado un diamante con el perfil de las dos flores que visten sus diseños. Sin duda, algo novedoso en el mundo de las piedras preciosas y que en muy contadas ocasiones se había producido. En 2006 la firma de plumas Montblanc, con motivo de la celebración de su 100 aniversario sacó una edición limitada de estilográficas ‘Meisterstuck Solitairel 1906’, coronadas en su parte superior recortado tal como si fuera una estrella de seis puntas, en recuerdo de los seis valles de la montaña Montblanc.

 

El diamante, que formará parte de la colección ‘Les Ardentes’, ha tardado más de cuatro años en fraguarse. Para dicho trabajo los responsables de la firma escogieron al centro de tallado, Lili Diamantes, situado en Tel Aviv, Israel. Una elección difícil pues antes de decantarse por el taller de Tel Aviv se visitaron 60 centros.

 

Algo más que una joya

 

Con él se quiere conseguir esa tan adorada asociación que arriba se menciona. Así lo señala Albert Bensoussan, director de joyas de Louis Vuitton Malletier: “En casi todos los cortes de diamantes que existen en el mercado actualmente no hay relación entre el diseño del mismo y el núcleo de identidad de la marca. Nuestro objetivo es que la gente sea consciente del valor de nuestros diamantes y por eso hacemos diseños formas propias, aclara.  

 

Y es que esta joya ”tiene realmente un valor añadido”, a juicio de Sally Morrison, directora del Centro de Información del Diamante. “Del mismo modo que alguien va a comprar un bolso de Louis Vuitton, hay consumidores que también querrán el diamante. Ofrece un cierto tipo de promesa. Es una especie de placa que dice: Soy pionera, estéticamente”.                                          
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