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Domingo, 12 de julio de 2009

Durante años, la llegada de Isabel Preysler a una fiesta se acompañaba de un tumulto importante con fotógrafos a la carrera para inmortalizar el menor gesto y codazos entre los redactores para conseguir unas palabras de la reina del baldosín. Y siempre eran pocas porque la mamá de Tamara nunca se ha caracterizado ni por su locuacidad ni por el despliegue de información en sus declaraciones. Siempre es más de lo mismo que sintetizando sería algo así como “qué bien me comen los niños”. En su defensa, es cierto que ella contesta a lo que la preguntan y cuando hay algún periodista que le complica la vida directamente (y si puede) lo veta. No fue el caso de la fiesta organizada por los Suárez (Emiliano padre e hijo, Benito, Gabriel…) para presentar la nueva línea de la casa y donde Adriana Abascal eclipsó totalmente a Preysler (Ver álbum).

Para quien no esté al tanto en los temas de joyería, en este sector también hay tendencias de temporada. Lo que se lleva ahora son los diamantes en todas sus versiones (collares, pendientes, brazaletes…) y tallados (pera, marquesa, lanzadera…) que se exhibían en unas urnas vigiladas por espectaculares mocetones. Llegó un punto en que no se sabía muy bien si las/los invitados se acercaban a los expositores para ver el espectacular collar de chatones engarzado en oro blanco, los pendientes de 10 quilates acabados en lágrima (tipo los que le gustan a la Princesa Letizia) o los músculos de los muchachos.

Fuera por una cosa o por otra, el resultado de la convocatoria no tuvo desperdicio. Señoras con joyas propias como Cuqui Fierro, la doctora Vicario, Miriam Lapique o Tita Flores con unas perlas espectaculares del tamaño de las que luce Vilma Picapiedra. Invitadas con préstamo ‘made in Suárez’ como Naty Abascal, muy recuperada tras el arrechucho de hace un par de semanas; Cary Lapique, imagen de la firma igual que Mar Saura y Adriana Abascal, que como adelantó Vanitatis.com en exclusiva ya forma parte del equipo de los Suárez.

Durante el último año, las incursiones sociales de Adriana han sido más o menos discretas. Esa noche la mujer de Villalonga se convirtió en ‘El Personaje’, dejando a la que hasta hace poco era titular (Preysler) en segundo plano. Tanto es así que la mayoría de los periodistas con quien querían hablar era con ella. Y resultó que la que fuera ex Miss México y ex directiva de Televisa es una mujer encantadora, muy lista, que conoce perfectamente el mercado nacional, que sabe como moverse en ambientes donde es conocedora de como algunos/as la miran con cierto recelo, que tiene conversación y que por el momento (difícil que cambie) no es mujer florero.

A la fiesta llegó sola. Cuando se servía el segundo plato apareció el marido que no ejerció de pavo real. Se sentó con ella y con Alfonso Cortina, que como ya he dicho en otras ocasiones aprendió a sonreír (en público) cuando dejó de presidir Repsol. Aparte de otras obligaciones profesionales, Cortina está volcado en sus bodegas y tiene previsto lanzar en el 2009 un vino (cabernet sauvignon, merlot, cabernet franc y petit verdot) que según los entendidos tiene un futuro prometedor tras el éxito de blanco Viognier de Vallegarcía. Seguramente, y aparte de hablar de futbol con Villalonga (candidato a la presidencia del Real Madrid), tratarían el tema Lukoil. Poco antes de que empezara la convocatoria joyera, Carlos Alsina daba en su Brújula (Onda Cero) la noticia del interés de la segunda petrolera privada rusa (con un valor de 20.000 millones de euros por detrás de Rosneft), en adquirir el 30% de Repsol. Una noche siempre da para mucho.

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