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Hay historias que nunca dejarán de sorprendernos porque cada detalle que surge sobre ellas parece una ironía del destino. Tras destaparse el caso de extorsión al que pretendían someter a David Bisbal y la intervención de la Guardia Civil, vinieron las informaciones sobre Massiel, la cabecilla del grupo.

Al parecer, la joven era una estudiante de psicología que, tras un exhaustivo repaso del perfil del cantante, había logrado averiguar la clave de su correo electrónico y había conseguido acceder a su contenido. En ese correo, ahora sabemos, gracias a la inestimable colaboración de Johnny Núñez Arroyo, el fiscal encargado del caso en la República Dominicana, que Bisbal no guardaba maquetas entre los e-mails.  Eran correos personales que se enviaba con Elena Tablada y fotos más que íntimas.

Los motivos que llevaron a esta más que fan del cantante almeriense a jugarle una mala pasada a su ídolo son por el momento un misterio. Quizá su pasión por el intérprete sólo fuera superado por su amor a otra artista: Chenoa. ¿Sería la ruptura de la pareja lo que desató las iras de la dominicana? ¿Hay algo de venganza en ese afán por hacerse con parte de los ingresos del que, se suponía, era su cantante favorito?

Así las cosas, Massiel podría ser una más de esas muchas fans que quedaron decepcionadas cuando David Bisbal dio por finalizada su relación con Chenoa. Lo mismito que si las hubiesen dejado a ellas, que habían vivido el inicio de ese amor entre las paredes de la academia de ‘Operación Triunfo’. Venganza o no, la jugada le ha salido mal a la aprendiz de extorsionadora, que hasta que no acabe su arresto tendrá que quedarse sin acudir a ninguno de los conciertos de sus ídolos.

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