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Lunes, 13 de julio de 2009

A unos les atrae, a otros les causa rechazo... Nos referimos concretamente a los labios grotescos con los que a veces nos topamos en nuestra vida cotidiana. “Después de varios años de tratar los labios, llegué a la conclusión de que no existe una idea general ni un prototipo universal sobre la estética de los mismos, siendo conocido que ello varía según creencias culturales, época en que vivimos, y preferencias individuales”, explica el doctor Moisés Amselem, director médico de la clínica francesa Dres. Dray.

En una tentativa de mejorar su aspecto muchas mujeres, incitadas por los cambios que ocurren con el devenir del tiempo y por el “bombardeo mediático”, procurarán aumentar sus labios. Aunque haya una amplia gama de productos que consiguen contornear unos labios sensuales a la vez que naturales, existe poca información sobre el grado óptimo de realce del labio. Siempre que las tentativas de mejorar o restaurar los labios sean contempladas, es importante que un número de conceptos básicos sean tenidos en cuenta.

En la arquitectura normal de los labios, podemos distinguir partes bien delimitadas. Por fuera, los labios constan de piel y mucosa (llamada  bermellón) y entre ambos existe una frontera bien delimitada. El bermellón es rojo debido a la ausencia de queratina y la proximidad de los vasos sanguíneos. En el bermellón a su vez se distinguen dos partes: Una parte seca (por estar expuesta al aire y al sol) y otra parte húmeda (interna). En la mucosa hay glándulas y el músculo orbicular.

Siguiendo el contorno del labio hacia el centro (región nasal), existen unos arcos o columnas (una a cada lado), que conforman el llamado ‘arco de Cupido’, responsable de que el labio superior se levante por su parte central y confiriéndole un aspecto sensual. Desde una perspectiva anterior, los labios son localizados dentro de una línea dibujada entre las pupilas de los ojos y la boca. El labio superior está localizado a 18 a 20 mm de la nariz, mientras que el labio inferior es de 36 a 40 mm de la barbilla. De perfil, el ángulo nasolabial es de 80 a 105 grados. No debemos olvidar que la distorsión del perfil natural de la cara puede ocurrir si el realce del labio crea una plenitud poco natural del labio superior. Por otro lado, desde la visión de perfil, la línea de Steineres es la que va desde la mitad de las ventanas nasales al mentón o barbilla. Esta línea apenas debería tocar los labios superiores e inferiores.

Las medidas perfectas

La evaluación de los labios superiores y la baja proyección labial deberían ser evaluadas en relación con una línea dibujada desde un punto subnasal a la prominencia de la barbilla. El labio superior debería quedar aproximadamente de 3 a 3.5 mm anterior a esta línea, mientras que el labio inferior debería extenderse en sólo 1.5 a 2 mm. Por consiguiente, el labio superior debería proyectar aproximadamente 2 mm anteriores al labio inferior. Sin embargo, el labio inferior es más lleno que el labio superior por una proporción de 1,6: 1.

Varios cambios ocurren en los labios como consecuencia del envejecimiento. El tercio inferior de la cara pierde altura debido a la reabsorción del hueso, y las dimensiones clásicas de la cara son cambiadas. La caída ocurre, debido a la desmineralización del maxilar, la reabsorción alveolar, y al envejecimiento de partes blandas. Con todo esto, ocurre el llamado “pliegue de las comisuras orales, pliegue de marionetas o pliegue de amargura”. Pueden haber también arrugas finas del labio superior, conocidas coloquialmente como ‘código de barras’, debidas a la pérdida de elasticidad de la piel, a la fuerte gesticulación con los labios (por ejemplo, al succionar el cigarrillo) y al proceso general de envejecimiento de la piel a dicho nivel. Sin embargo, el cambio más obvio es una pérdida de plenitud y proyección de los labios. 

Esto es debido a una disminución en el volumen de estructuras dentoalveolares, la musculatura del labio, y la grasa subcutánea. Por tanto, fumar y la exposición al sol contribuyen considerablemnte a estos cambios degenerativos de los labios.

La evaluación de los labios antes de proceder al aumento requiere de un minucioso examen de los mismos. Las preguntas principales que tienen que ser contestadas ante esta evaluación son: ¿Necesitan los labios sólo redefinir el contorno de los mismos? ¿Necesitan de un rejuvenecimiento integral, mejorando además las arrugas del contorno? ¿Necesitan de una proyección natural según los parámetros contemplados? ¿Necesitan de un aumento natural? o realmente ¿no necesitan nada?. Estas y otras cuestiones deberían ser aclaradas por el médico especialista antes de dar el paso.

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