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Lunes, 13 de julio de 2009

A Victoria se le acumulan las horas de vuelo. Ha llegado un punto que ya no sabe si se levanta en Milán, en Londres, en Los Angeles o en medio del Atlántico. Y la culpa la tiene las más de 25.000 millas, más de 40.000 kilómetros, que ha recorrido en los últimos tiempos la cantante para atender a su familia y a sus compromisos oficiales. Pero esto no hubiera sido posible sin ayuda de las líneas regulares y la primera clase.

Victoria se ha convertido en una mujer capaz de dar de desayunar a sus hijos en Los Angeles, atender sus negocios de moda en Nueva York, permanecer al lado de su esposo en Milán y, por si alguien lo dudaba, hacer una escala en Londres para visitar a sus padres. Sin duda, unos horarios para volverse totalmente loco. Y según el diario Daily Mail, todos estos viajes, realizados en las últimas seis semanas, equivalen a realizar once veces la vuelta al mundo.

Pero estos viajes no solo afectan a su bolsillo, sino a su salud. Algunos expertos consultados por el Mail coinciden al señalar que tanto cambio horario puede dañar seriamente a la cantante. Hay más riesgo de padecer trombosis o males relacionados por la presión. Y todo ello sin contar la contaminación ambiental. Victoria no es como Carlos de Inglaterra, que intenta coger el avión lo mínimo posible para frenar el cambio climático.

Para muestra de este trajín, un botón. El pasado 23 de enero, Beckham voló de Milán, donde fue a ver a su marido, a Londres con un billete de primera clase. Tres días después, regresó a Los Angeles para llevar a sus niños al colegio. Pero el 6 de febrero, su destino era Londres. Cuatro días más tarde estaba en Milán con su marido otra vez. A las 48 horas, regresó a su país natal para hacer transbordo. Iba rumbo a Nueva York para comer con unos clientes. Y después a Hollywood con los niños. Vamos, que prácticamente vive en un avión.

Con este ritmo de vida, seguro que no le queda tiempo para nada. Desde que su marido se instaló en Milán, Victoria le visita asiduamente para comprobar que ninguna fémina se acerca al centrocampista más de la cuenta. La cantante está tan contenta en Hollywood que no se plantea regresar a la vieja Europa, y mucho menos a Italia por mucho diseñador que tenga. Además, acaba de presentar su última colección de moda y, por supuesto, no se perdió las fiestas de las galas de los Oscar.

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