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Lucha de biografías: Barbie también tuvo infancia

María José S. Mayo. 13/03/2009

Lucha de biografías: Barbie también tuvo infancia
 Una de las muñecas.

Quizá nunca pensó que el cumpleaños de una muñeca diera tanto de sí, pero es lo que ha sucedido con el medio siglo de Barbie. Lo último relacionado con la estrella de Mattel es la publicación de dos libros que hablan de los comienzos de la muñeca. Pero no, no se lleven a engaño: no es que alguien se haya tirado a la piscina para fabular con la infancia y adolescencia de esta sexualizada muñeca -aunque hay quien, como A. M. Homes, imaginó en el relato Una muñeca auténtica una escena erótica con ella-. No, no es eso, sino que se han editado en Estados Unidos dos obras que cuentan la historia de sus creadores, a cual más interesante. Así lo recoge Eliza Gray en el Newsweek.

Las raíces de tan adorado juguete tienen que ver con un flechazo: el que sintió Ruth Handler, la décima hija de una familia polaca, cuando de viaje por Suiza vio en un escaparate de Lucerna una muñeca de plástico. Llamada Bild-Lilly, estaba basada en la heroína de una tira cómica de un periódico. Ruth la adquirió y de esta manera sentó las bases para crear esa muñeca que siempre deseó: una con la que jugasen niñas deseosas de ser mujeres. A partir de ahí crearía Mattel y de la empresa surgirían otros proyectos.
 
En este relato se basa esencialmente uno de los libros titulado simplemente Barbie and Ruth y escrito por Robin Gerber. En esa historia hay otro protagonista, Jack Ryan, el diseñador que desarrolló muchos de los aspectos de la muñeca y que está más presente en la quizás menos hagiográfica Toy Monster: The Big, Bad World of Mattel. En ella su autor, Jerry Oppenheimer, describe a Ryan como autodestructivo y bipolar y obsesionado con las mujeres de un físico muy determinado. ¿Se imaginan cuál? Exacto, el de Barbie: delgadas y con pechos grandes.
 
"El arma secreta real de Mattel"
 
Jack Ryan estudió en Yale ingeniería para misiles, pero acabó dejando su trabajo para Defensa por el de diseñador de Mattel. En el libro de Gerber se le llama el “padre de Barbie”, pero en el periódico The New York Times hablan de él como “Mattel’s real secret weapon” (El arma secreta real de Mattel). Lo cierto es que Oppenheimer atribuye más importancia al trabajo de este diseñador. Tal como afirma en su obra, Ruth Handler dejó en sus manos todo el diseño final de la muñeca: sus curvas, su cabeza y un pecho que finalmente no llevó pezones para que no resultase tan erótica para las mujeres de Norteamérica. Stephen Gnass cuenta que cuando su amigo Ryan hablaba de Barbie “era como escuchar a un pervertido hablar de un episodio sexual. Adquiría cierto resplandor, estaba animado y los ojos le centelleaban”.
 
En Toy Monster se le describe más cercano a un antihéroe que a ese ser odioso que parecían reflejar sus obsesiones. Numerosas veces animó a sus parejas -la segunda de cinco mujeres fue nada menos que Zsa Zsa Gabor- a realizarse la cirugía plástica para que se adecuasen a sus gustos. Una de ellas llegó incluso a hacerse una vaginoplastia, un aumento de senos y una reconstrucción facial. Otra murió de anorexia tiempo después de que Ryan se divorciara de ella porque se estaba poniendo gorda.
 
Lo más destacable en la relación de Ryan con Handler es que no tardó en haber problemas entre ellos por la autoría de la muñeca, y ambos no dudaban en barrer para casa sin tener en cuenta al otro. En su biografía Dream Doll, Handler raramente menciona al diseñador, y cuando el New York Times publicó una historia sobre la creación de la muñeca en su 35 aniversario y le otorgaba la autoría a él, Handler no tardó en contraatacar. Aclaró que Ryan no se había encargado más que del diseño de algunos complementos, pero que eran ella y su marido los verdaderos creadores.
 
Polémicas aparte, lo cierto es que Mattel creó un verdadero monstruo que levantaría las iras de las feministas y una dominadora de hombres con la que todo tipo de niñas sueñan. Prueba de ello es que tras 50 años, y nos guste más o nos guste menos, sigue siendo la reina de los juguetes femeninos.
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