Siguiendo el hilo del relato de las posesiones terrenales del Rey y su familia, y como no podía ser de otra manera, con las residencias reales pasa tres cuartos de lo mismo que con los barcos, los aviones, los coches y las motos de las que disfrutan: la Familia Real no tiene en propiedad los terrenos en los que reside, como cuentan Daniel Forcada y Federico Quevedo en su libro El negocio del poder. Así viven los políticos con nuestro dinero. Según los periodistas tampoco sale de las arcas del Monarca el mantenimiento y el servicio del palacio y las residencias reales de La Zarzuela o Marivent, lugar éste último, donde, curiosamente, el Rey no pasa sus vacaciones, sino que "traslada temporalmente" su residencia durante los meses de verano, tal y como explica su departamento de comunicación, y que depende de la comunidad autónoma balear.
A todos estos gastos hace frente Patrimonio Nacional, Patrimonio Real en días de Alfonso XIII, un organismo adscrito al ministerio de la presidencia y que aglutina todos los reales sitios desde El Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Madrid) hasta El Palacio Real de la Granja de San Ildefonso (Segovia). El hecho de que tampoco desglose su presupuesto según cada palacio (143 millones para este 2009), impide, de nuevo, calcular el coste de las residencias del jefe del Estado y que incluyen también la nueva casa en la que viven los Príncipes de Asturias, situada en el complejo de La Zarzuela, o cada uno de los chalets que existen en Marivent para los hijos de los Reyes.
Según relato de los periodistas citados, fue Patrimonio quien sufragó los 4,2 millones de euros que supusieron, en 2002, la construcción de la residencia privada del heredero de la Corona. Aportó también mobiliario y objetos decorativos de gran valor, aunque de dudoso gusto, a decir de los especialistas. El diseñador Javier Mariscal, creador de Cobi, llegó a decir que era “una amalgama de chapuzas, un quiero y no puedo con un aire a hotel provincial de tres estrellas”, a lo que Don Felipe respondió que la decoración se la habían “impuesto”. El edificio principal tiene una superficie de 3.150 metros cuadrados y, según una estimación realizada por el diario El Mundo tras consultar a varios expertos, la factura total de la mansión de cuatro plantas podría ascender a unos 360.000 euros anuales (Crónica, 29 de junio de 2003).
No hay Casa del Príncipe para ahorrar
El heredero no dispone, oficialmente al menos, de un organismo denominado Casa del Príncipe, tal y como ocurre en otras casas reales europeas, destacan Forcada y Quevedo en su libro. La Constitución, en este sentido, es tajante, al hablar sólo de una única Casa, la del Rey, que presta sus servicios al heredero. Esto evita que se duplique la burocracia o, por ejemplo, que existan errores de descoordinación entre ambas instituciones o que dos jefes compitan entre sí por la defensa de sus respectivos señores.
Patrimonio cuenta también con una partida para servicios a la Corona y actos de Estado. En 2007 se destinaron 19,28 millones a ese fin, 1,2 más de lo presupuestado. Para 2009 los presupuestos incluyen 17,3 millones. Y, por si todo esto fuera poco, Patrimonio acaba de presupuestar otros 3,3 millones de euros para ‘redecorar’ el Palacio de la Zarzuela. Una medida que fue aprobada el pasado mes de noviembre por el Consejo de Administración de Patrimonio Nacional, que adjudicó varios contratos para remozar el complejo residencial del Monarca: 163.000 euros para la reforma de la piscina exterior, 935.000 para ampliar y reformar el control de acceso a Palacio, 300.000 euros para la ampliación de la zona P de la Zarzuela, 30.5000 euros para las mejoras ornamentales en los jardines, 297.000 para las “actuaciones de jardinería, medio ambiente y otras de apoyo a la arquitectura” y 78.000 euros para la renovación de las instalaciones eléctricas de Marivent.
Otras residencias fuera de Madrid
Hay otros reales sitios que orgánicamente no están administradas por Patrimonio Nacional, sino que dependen de la comunidad autónoma de turno: los Reales Alcázares de Sevilla (residencia oficial del Rey en Andalucía), que está a cargo del Real Patronato de los Alcázares de Sevilla, organismo dependiente del Ayuntamiento de Sevilla. El Palacio de Albéniz en Barcelona (residencia oficial del Rey en Cataluña), a cargo de la Generalidad de Cataluña. El Palacio de Marivent, en Palma de Mallorca, que depende de la comunidad autónoma de las Islas Baleares, como se citaba antes. El Pazo de Mariñán en La Coruñaa (residencia oficial del Rey en Galicia), a cargo de la Diputación Provincial de La Coruña, cierra el capítulo.
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