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Carlos y Camilla, dos años de amor legal
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Carlos y Camilla, dos años de amor legal

Un 9 de abril de 2005, Carlos, príncipe de Inglaterra y heredero al trono de su país, cumplía su sueño: casarse con su amante. Pese a

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Carlos y Camilla, dos años de amor legal

Un 9 de abril de 2005, Carlos, príncipe de Inglaterra y heredero al trono de su país, cumplía su sueño: casarse con su amante. Pese a la oposición inicial de su madre y el rechazo de parte de sus súbditos, el Príncipe de Gales consiguió llevar al altar a su querida Camilla Parker-Bowles, una divorciada con la que llevaba intimando desde antes de su matrimonio con Diana de Gales. La pareja celebrará en escasas semanas su segundo aniversario de boda… con los deberes bien hechos. Y es que del resquemor inicial se ha pasado a la calma y a la aceptación, algo impensable en una institución tan tocada como la monarquía inglesa.

La relación amorosa entre Carlos y Camilla se convirtió en oficial hace casi dos años en una ceremonia civil celebrada en el ayuntamiento de Winsord. Aunque iba a celebrarse el día 7 de abril de 2005, se retrasó un día por la muerte de Juan Pablo II, una demora que no fue un mal augurio. Al ‘sí quiero’ le siguió una misa en la que estuvo presente Isabel II, que un principio se había negado a la retransmisión televisiva del acto e, incluso, al propio enlace. Al final no sólo cedió, sino que le dio a Camilla el título de duquesa de Cornualles a cambio de renunciar a ostentar el título de Reina a su muerte.

Los hijos de Carlos de Inglaterra, pese a que Camilla era ‘la otra’ en el matrimonio de sus padres, no se opusieron al enlace. Asistieron tanto a la ceremonia civil como a la misa posterior elegantemente vestidos. Su nueva madrastra les despidió con un beso antes de partir hacia Escocia para disfrutar unos días de su luna de miel. Incluso tiraron confeti a los recién casados y corrieron tras el coche cuando se alejaba.

Los admiradores de Diana de Gales también estuvieron a punto de dar al traste con la boda. Amenazaron con reventar la boda y solicitaron públicamente que Carlos renunciara a sus derechos sucesorios. “Este es un momento de pena y no de júbilo. Si el matrimonio se consagra no hay duda de que la monarquía sufrirá mucho daño y una impopularidad nunca vista", dijeron los responsables de autodenominado ‘Círculo de Diana’.

Los malos augurios se quedaron en nada. En estos dos años, Carlos y Camilla han sido sinónimo de discreción. Carlos ha continuado con sus actividades oficiales, siempre escoltado por su fiel escudera. Las opiniones negativas hacia la duquesa se han ido poco a poco diluyendo. De hecho, nadie considera a Camilla una extraña. Todo lo contrario. Participa abiertamente en los actos públicos reales, con saludos desde el mismísimo balcón. Además, ha intentado mejorar su imagen y cuidar más su aspecto. Al final, sus 34 años de relación clandestina dieron sus frutos.

Un 9 de abril de 2005, Carlos, príncipe de Inglaterra y heredero al trono de su país, cumplía su sueño: casarse con su amante. Pese a la oposición inicial de su madre y el rechazo de parte de sus súbditos, el Príncipe de Gales consiguió llevar al altar a su querida Camilla Parker-Bowles, una divorciada con la que llevaba intimando desde antes de su matrimonio con Diana de Gales. La pareja celebrará en escasas semanas su segundo aniversario de boda… con los deberes bien hechos. Y es que del resquemor inicial se ha pasado a la calma y a la aceptación, algo impensable en una institución tan tocada como la monarquía inglesa.