Marie, una princesa pobre

Una persona nunca tropieza dos veces en la misma piedra, aunque pertenezca a la Casa Real. Y eso es lo que ha pasado en Dinamarca. Marie Cavallier, la última princesa plebeya en incorporarse al clan, no recibirá un duro si decide separarse o divorciarse de Joaquín de Dinamarca. Así ha quedado escrito en un completo acuerdo prematrimonial firmado para no repetir los errores del pasado.

La mayor impulsora de este acuerdo prenupcial ha sido la propia Reina Margarita, según la prensa local. Al parecer, no desea que la economía de su hijo se vuelva a ver mermada. Si Marie y Joaquín rompieran su matrimonio, ella no tendría derecho a parte de la fortuna familiar, ni a una pensión, ni a un piso, ni a un título… a nada de nada. La joven, muy enamorada, firmó el documento pese a las dudas. Según los abogados reales, sólo tendría derecho a algunos regalos de boda.

Pero todo tiene una explicación. El Príncipe Joaquín ya pasó un calvario por culpa de su primera mujer. Cuando se divorció de Alexandra, casada ahora en segundas nupcias, se quedó con una costosa y céntrica mansión y con un título de condesa. Margarita, madre protectora y algo agarradilla pese a su gran fortuna, no desea que la familia tenga que soltar una corona por los amoríos de sus hijos. Esperemos que haya suerte.