El ‘hundimiento’ de Haakon de Noruega

El príncipe Haakon de Noruega se va a llevar un buen disgusto cuando regrese a su país natal después de asistir a los Juegos Olímpicos de Pekín. El barco del heredero a la corona nórdica se ha hundido en un muelle a las afueras de la residencia de verano de la familia real noruega sin que los bomberos o la policía hayan podido hacer nada por recuperarlo a tiempo.

Las fuertes lluvias que han caído en los últimos días en la región donde se encuentra la villa han sido, al parecer, las culpables del hundimiento, sumadas al fuerte oleaje que se ha registrado en la zona de Risor, al sureste de Oslo.

La previsión por parte de la familia real o de sus ayudantes habría servido para mantener a salvo la embarcación. El jefe de la policía de Risor, Odd Holum, ha señalado a la agencia de noticias Upi que el barco había continuado en el agua una vez que los miembros de la familia real habían abandonado el recinto, permitiendo con este descuido que las inclemencias meteorológicas hicieran de las suyas.

A este olvido hay que sumar la antigüedad de la embarcación: “Se trata de un modelo viejo sin sistema de autodrenaje”, ha explicado Holum. Haakon, gran aficionado a la navegación como otros miembros de las familias reales europeas, tendrá que conformarse con pensar que la desgracia no ocurrió cuando él o su familia se encontraban a bordo.