El ‘patrimonio’ de la Infanta Cristina

Semana ajetreada la que lleva la Infanta Cristina desde el pasado sábado. La segunda hija de los Reyes pasaba el fin de semana en Menorca cuando le comunicaron la inquietante noticia del ataque a su casa con cócteles Molotov de un perturbado que decía ser su hermanastro. Sin dejarse vencer por el miedo que normalmente provocan este tipo de situaciones, la Infanta ha decidido seguir adelante y continuar con sus labores públicas, que no son pocas. 

El martes pudimos verla en la botadura de un barco en Alicante acompañada de Elena, su hermana mayor, y el miércoles se ha desplazado hasta otra esquina de la Península para demostrar con su presencia el apoyo de la Familia Real al importante patrimonio de la humanidad que se conserva en varias ciudades españolas.En Ávila la hija menor de don Juan Carlos y doña Sofía ha destacado la contribución del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España al "dinamismo económico, social y cultural" de estas poblaciones que este miércoles conmemoraban el decimoquinto aniversario de su puesta en marcha como asociación.

Una deuda pendiente

La Infanta ha presidido el acto central de las celebraciones de esta efeméride en el Auditorio Municipal de San Francisco, quince años después de que ejerciera en el Ayuntamiento de Ávila como madrina de honor durante la constitución del Grupo. Antes de pronunciar su discurso, la Infanta Cristina entregó al director general del Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO, Francesco Bandarín, el Premio Patrimonio, que en su primera edición ha recaído de forma extraordinaria en este organismo por su "decidida labor en favor del patrimonio mundial".

El acto ha contado con la participación de los máximos representantes de la Junta de Castilla y León y los alcaldes de todas las Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, a excepción de la alcaldesa del municipio tinerfeño de San Cristóbal de la Laguna. Para todos ellos ha tenido un reconocimiento la hija menor de los Reyes en su discurso, al destacar su "compromiso personal y colectivo en la protección del extraordinario patrimonio histórico-artístico" de sus ciudades. Desde su punto de vista, la "oportuna y eficaz idea" de poner en marcha este Grupo un 17 de septiembre de 1993 ha permitido a sus socios "aunar esfuerzos, trabajar en equipo y alcanzar grandes metas", dentro de los objetivos marcados hace quince años.

En este contexto, ha comentado que el "afán" de los seis socios iniciales y de los que después se fueron incorporando hasta llegar a los trece actuales "ha contribuido a promover el dinamismo económico, social y cultural que potencia el bienestar de estas poblaciones en el porvenir". Además ha subrayado el hecho de que cada municipio haya sido capaz de desarrollar "apasionantes proyectos en común, en beneficio de cada una de las ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad y del conjunto de España".