Charlene, sin noticias en el paraíso

Charlene Wittstock sigue soltera. Hace casi un mes que la prensa francesa, conocedora del caso, anunció a bombo y platillo el inminente compromiso matrimonial entre la nadadora sudafricana y Alberto de Mónaco. A día de hoy, Charlene sigue sin su corona y sin su anillo, pero feliz por su suerte. Sin embargo, en los últimos días ha dado un paso más convertirse en la primera dama del Principado de Mónaco.

La novia real y el soberano asistieron en Nueva York a un homenaje a la Princesa Gracia de Mónaco. Allí, Charlene brilló con luz propia. No sólo ejerció de primera dama sin la ayuda de sus cuñadas, sino que eligió un look muy particular. Según los medios asistentes, se parecía demasiado a la fallecida Grace Kelly. La elección del vestido, de los pendientes e, incluso, del peinado evocaban a la mítica actriz. Y es que ya lo dijo Alberto. Sólo se casaría cuando conociera a una mujer como su madre. Aunque parece que la ha encontrado todavía no ha dado el paso de llevarla al altar.

Hace casi un mes, los periódicos franceses más prestigiosos anunciaron el matrimonio entre Charlene y Alberto. Entonces, dijeron que la noticia se haría oficial en unos días y que la boda estaría preparada para agosto de 2009. Pese al bombazo inicial, todavía no se han comprometido. La pareja inició su romance hace dos años. Ella era una nadadora de éxito en Sudáfrica y él un solterón sin ganas de compromiso. De forma paulatina, la joven se fue haciendo un hueco en la vida social monegasca. Comenzó a asistir a actos como el Baile de la Cruz Roja o el de la Rosa en los que siempre ocupaba un segundo plano. Sin embargo, el pasado verano, en una de estas fiestas, entró esplendorosa de la mano de su príncipe mientras Carolina y Estefanía caminaban un paso por detrás.

El hijo de Raniero nunca ha sido una persona convencional. A sus 50 años sigue soltero pese a que tiene dos hijos ilegítimos reconocidos y multitud de novias a sus espaldas. Y es que la búsqueda ha sido ardua porque el listón estaba alto. Sin embargo, es Charlene la que cumple los requisitos para ser reina pese a que carece de sangre real. ¿Pero importa eso cuando Carolina se casó con un playboy mujeriego –luego anuló el matrimonio- y Estefanía tiene hijos con dos guardaespaldas?