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Los problemas de salud marcan el 75 cumpleaños del emperador japonés
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Los problemas de salud marcan el 75 cumpleaños del emperador japonés

El emperador de Japón, Akihito, cumplió el martes 75 años aquejado de problemas de salud que avivan las especulaciones sobre cómo será el futuro del trono

Foto: Los problemas de salud marcan el 75 cumpleaños del emperador japonés
Los problemas de salud marcan el 75 cumpleaños del emperador japonés

El emperador de Japón, Akihito, cumplió el martes 75 años aquejado de problemas de salud que avivan las especulaciones sobre cómo será el futuro del trono del Crisantemo, la estirpe real más longeva del mundo. A pesar de haberse visto obligado a cancelar la tradicional rueda de prensa para celebrar su cumpleaños, Akihito apareció el martes en el balcón del Palacio Imperial para saludar los cerca de 17.500 japoneses que acudieron a felicitarlo.

Se trata del mayor número de ciudadanos que acude a felicitarlo por su cumpleaños en las últimas dos décadas, el tiempo que lleva establecida la actual era del calendario japonés, la Heisei. Las eras se disponen en Japón con la subida al trono de un nuevo emperador y prueban la importancia que se da en el país a esta figura representativa de la unidad nipona, donde hasta mediados del siglo XX se le atribuían importantes poderes simbólicos y recibía incluso culto. "Últimamente, he estado preocupado porque mi salud empeoraba, pero creo que me recuperaré gradualmente", dijo el emperador desde el balcón cubierto del Palacio Imperial de Tokio, según la agencia local de noticias Kyodo.

Junto a un emperador sonriente, se encontraban su esposa, la emperatriz Michiko, sus hijos, el heredero de la Corona Naruhito y su hermano Akishino, y sus respectivas mujeres, las princesas Masako y Kiko. En su comunicado oficial con motivo de su cumpleaños, que marca una fiesta nacional en Japón, Akihito y Michiko expresaron su apoyo "al príncipe heredero y su esposa, que asumirán posiciones de gran responsabilidad en el futuro". Esta mención al futuro ha avivado las especulaciones sobre cómo será la sucesión en el trono por parte del príncipe heredero, Naruhito, y sobre el alcance de la gravedad del estado de salud del monarca, una figura meramente representativa pero de gran importancia para los japoneses.

Durante recientes revisiones médicas, los médicos del emperador hallaron trazos de hemorragia en su estómago y duodeno, probablemente causados por el estrés físico y mental, así como por su avanzada edad. Una semana antes los médicos imperiales diagnosticaron al emperador irregularidad en el pulso y alta presión sanguínea, y el lunes confirmaron que Akihito sufre un resfriado, aconsejándole que reposara más y suspendiera algunas de sus actividades.

Los recientes anuncios han desatado la preocupación pública por el estado de salud del emperador nipón y alentado las especulaciones sobre la posibilidad de que el estrés del monarca estuviera motivado por una riña con el príncipe heredero, Naruhito, sobre su mujer Masako, según la agencia local de noticias Kyodo. La conocida como "la princesa triste" lleva desde 2004 bajo tratamiento médico a causa de un trastorno adaptativo, con síntomas de ansiedad y estado de ánimo depresivo que le ha llevado a limitar al mínimo su participación en actos oficiales.

Desde el anuncio de la enfermedad de Masako se dispararon las especulaciones sobre si las presiones de la vida palaciega y por la necesidad de concebir un varón para la sucesión de la estirpe real más longeva del mundo fueron la causa de sus males. La Agencia Imperial dijo recientemente que los emperadores estaban "profundamente dolidos" por estas especulaciones y por eso en su comunicado del martes, resaltaron su apoyo al príncipe heredero y su esposa. Naruhito y Masako tienen una hija única, Aiko, de siete años.

Sin embargo, el hermano del heredero del trono, Akishino, y su esposa Kiko, tienen un hijo varón de dos años, Hisahito, que tras situarse tercero en la línea de sucesión por delante de su prima Aiko, garantiza la línea de sucesión masculina al Trono Imperial de Japón. Su estado de salud preocupa a todos en Japón, por eso, la Agencia Imperial ha colocado varias mesas con libros en blanco frente al Palacio Imperial para que el público pueda poner por escrito sus deseos de pronta recuperación de Akihito. Un monarca que cuando muera marcará literalmente el inicio de una nueva era en Japón.

El emperador de Japón, Akihito, cumplió el martes 75 años aquejado de problemas de salud que avivan las especulaciones sobre cómo será el futuro del trono del Crisantemo, la estirpe real más longeva del mundo. A pesar de haberse visto obligado a cancelar la tradicional rueda de prensa para celebrar su cumpleaños, Akihito apareció el martes en el balcón del Palacio Imperial para saludar los cerca de 17.500 japoneses que acudieron a felicitarlo.

Se trata del mayor número de ciudadanos que acude a felicitarlo por su cumpleaños en las últimas dos décadas, el tiempo que lleva establecida la actual era del calendario japonés, la Heisei. Las eras se disponen en Japón con la subida al trono de un nuevo emperador y prueban la importancia que se da en el país a esta figura representativa de la unidad nipona, donde hasta mediados del siglo XX se le atribuían importantes poderes simbólicos y recibía incluso culto. "Últimamente, he estado preocupado porque mi salud empeoraba, pero creo que me recuperaré gradualmente", dijo el emperador desde el balcón cubierto del Palacio Imperial de Tokio, según la agencia local de noticias Kyodo.

Junto a un emperador sonriente, se encontraban su esposa, la emperatriz Michiko, sus hijos, el heredero de la Corona Naruhito y su hermano Akishino, y sus respectivas mujeres, las princesas Masako y Kiko. En su comunicado oficial con motivo de su cumpleaños, que marca una fiesta nacional en Japón, Akihito y Michiko expresaron su apoyo "al príncipe heredero y su esposa, que asumirán posiciones de gran responsabilidad en el futuro". Esta mención al futuro ha avivado las especulaciones sobre cómo será la sucesión en el trono por parte del príncipe heredero, Naruhito, y sobre el alcance de la gravedad del estado de salud del monarca, una figura meramente representativa pero de gran importancia para los japoneses.

Durante recientes revisiones médicas, los médicos del emperador hallaron trazos de hemorragia en su estómago y duodeno, probablemente causados por el estrés físico y mental, así como por su avanzada edad. Una semana antes los médicos imperiales diagnosticaron al emperador irregularidad en el pulso y alta presión sanguínea, y el lunes confirmaron que Akihito sufre un resfriado, aconsejándole que reposara más y suspendiera algunas de sus actividades.

Los recientes anuncios han desatado la preocupación pública por el estado de salud del emperador nipón y alentado las especulaciones sobre la posibilidad de que el estrés del monarca estuviera motivado por una riña con el príncipe heredero, Naruhito, sobre su mujer Masako, según la agencia local de noticias Kyodo. La conocida como "la princesa triste" lleva desde 2004 bajo tratamiento médico a causa de un trastorno adaptativo, con síntomas de ansiedad y estado de ánimo depresivo que le ha llevado a limitar al mínimo su participación en actos oficiales.

Desde el anuncio de la enfermedad de Masako se dispararon las especulaciones sobre si las presiones de la vida palaciega y por la necesidad de concebir un varón para la sucesión de la estirpe real más longeva del mundo fueron la causa de sus males. La Agencia Imperial dijo recientemente que los emperadores estaban "profundamente dolidos" por estas especulaciones y por eso en su comunicado del martes, resaltaron su apoyo al príncipe heredero y su esposa. Naruhito y Masako tienen una hija única, Aiko, de siete años.

Sin embargo, el hermano del heredero del trono, Akishino, y su esposa Kiko, tienen un hijo varón de dos años, Hisahito, que tras situarse tercero en la línea de sucesión por delante de su prima Aiko, garantiza la línea de sucesión masculina al Trono Imperial de Japón. Su estado de salud preocupa a todos en Japón, por eso, la Agencia Imperial ha colocado varias mesas con libros en blanco frente al Palacio Imperial para que el público pueda poner por escrito sus deseos de pronta recuperación de Akihito. Un monarca que cuando muera marcará literalmente el inicio de una nueva era en Japón.