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Máxima "entrenó duro" para ser "símbolo Orange" según su biógrafo
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Máxima "entrenó duro" para ser "símbolo Orange" según su biógrafo

El libro sobre la vida de la Princesa de Holanda no ha hecho más que salir a la calle y ya ha generado polémica. Ahora, por

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Máxima "entrenó duro" para ser "símbolo Orange" según su biógrafo

El libro sobre la vida de la Princesa de Holanda no ha hecho más que salir a la calle y ya ha generado polémica. Ahora, por las declaraciones de uno de sus autores. Según Gonzalo Álvarez Guerrero, coautor de la biografía no autorizada, la argentina Máxima Zorreguieta, ha afrontado un "duro entrenamiento" para convertirse en un "símbolo Orange" (la casa reinante de los Países Bajos).

"El entrenamiento que afrontó fue tremendo. Vimos cómo funciona una maquinaria para convertir a una argentina en un símbolo Orange. La pasó muy duro, pero lo hizo con mucha voluntad", señala en una entrevista el periodista argentino, autor, junto con su colega Soledad Ferrari, de Máxima, una historia real.

El libro, que se puso a la venta ayer en Argentina y a partir de la próxima semana en Holanda, relata la vida escolar de Máxima en Buenos Aires, sus años de juventud, la época que pasó en Nueva York y el inicio de su relación con el príncipe de Holanda, Guillermo Alejandro, hasta llegar a su vida de princesa.

"Fue muy difícil empezar la investigación, ganarnos la confianza de sus allegados fue el trabajo más arduo, pero una vez que rompimos el cerco, la gente se abrió y pudimos acceder a fuentes muy importantes de la familia y amigas" de la princesa heredera, resalta Álvarez Guerrero.

Según el escritor, sin embargo, no todo fue un camino de rosas ya que la Casa Real holandesa nunca concedió un reportaje con Máxima y "pusieron muchas trabas" para la elaboración del libro que tardaron dos años en acabar. "El jefe de protocolo nos insinuó hace un año dejar de investigar bajo apercibimiento de una demanda judicial. Presentamos una queja ante la Embajada de Holanda en Buenos Aires y a los tres días recibimos un correo de él diciendo que había sido un malentendido", relata el autor de la biografía, editada por Sudamericana.

Álvarez Guerrero aclaró que con Ferrari nunca quisieron "hacer nada especialmente crítico", pero consideró que la corona holandesa "busca transmitir una historia de Máxima que es impenetrable, con una imagen muy perfecta de ella, sin ningún problema, ni pasado, ni ningún novio" anterior a su relación con el príncipe.

"Le quitaron todo rasgo de humanidad con el personaje que crearon. Pero es una chica normal, que tuvo aplazamientos en la universidad, que tuvo que trabajar para pagarse su carrera, que no era una chica rica como se cree", sostuvo el escritor, para quien Máxima le añadió "frescura" a la Casa Real y "fascinó" a los holandeses.

El periodista explicó que los padres de Máxima "no eran de una familia aristocrática" e hicieron "un gran esfuerzo económico" para darle una educación "de elite" a su hija, aunque "nunca imaginaron que llegaría al punto de casarse con un príncipe".

"(Máxima) se imaginaba con un vestido (de novia) romántico, color manteca, mucho encaje y hombros al descubierto. Su padre la llevaría del brazo. Su novio sería un morocho (moreno) atlético, al estilo John John Kennedy. Pero nada fue como lo soñó...", relata el libro, en el que también colaboraron periodistas holandeses.

El padre de la princesa, Jorge Zorreguieta, ni siquiera asistió a la boda de Máxima con el príncipe Guillermo para atajar la polémica que se levantó en círculos políticos holandeses cuando se supo que había sido secretario de estado durante la sangrienta dictadura argentina (1976-1983).

El libro cuenta además que la primera impresión que tuvo la economista argentina del príncipe "no fue muy auspiciosa", pero "hubo un momento en que Máxima se enamoró en serio" e incluso, en la actualidad, "está encantada con su posición" de princesa. "Desde que Willem Alexander había entrado en su vida -sostiene el libro- sus días transcurrían en una especie de fiesta continua. Volaba en su avión privado hasta Nueva York sólo para verla. Eran estrellas en las mejores fiestas de Manhattan. Él era, sin dudas, el pasaporte al mundo de los elegidos al que aspiró desde pequeña", concluye.

El libro sobre la vida de la Princesa de Holanda no ha hecho más que salir a la calle y ya ha generado polémica. Ahora, por las declaraciones de uno de sus autores. Según Gonzalo Álvarez Guerrero, coautor de la biografía no autorizada, la argentina Máxima Zorreguieta, ha afrontado un "duro entrenamiento" para convertirse en un "símbolo Orange" (la casa reinante de los Países Bajos).