Bertelsmann prescinde de los servicios de Iñaki Urdangarín

Los recortes laborales han alcanzado ya a la Casa Real. Tan sólo dos días después de que el Gobierno anunciara la congelación de la partida destinada a la familia del Monarca, uno de sus miembros más conocidos, Iñaki Urdangarín, ha sufrido en primera persona las consecuencias del aumento del desempleo, que afecta ya a casi cuatro millones y medio de españoles, incluido algún que otro ilustre. Las empresas multinacionales no pueden permitirse tener a gente en consejos de administración o en puestos directivos que no les resuelvan el trabajo diario, independientemente de títulos sonoros. En tiempos de bonanza estos puestos sí que sirven como marketing publicitario, pero cuando hay EREs o ajustes de plantilla, no se pueden mantener estos sueldos.

Según se anunciaba ayer en el Boletín Oficial del Estado, el grupo de medios alemán Bertelsmann, dueño en España de G+J y Motorpress Ibérica, ha decidido prescindir de los servicios del duque de Palma como consecuencia de un importante ajuste de plantilla puesto en marcha durante los últimos meses.

Según explican fuentes cercanas a la compañía, los recortes laborales de Bertelsmann no entienden de clases ni parentescos, alcanzando tanto a los trabajadores de a pie como a los altos ejecutivos. Iñaki Urdangarín, que desempeñaba el papel de consejero independiente de Motorpress, ha llegado a un acuerdo con los directivos de su matriz alemana para rescindir un contrato que compaginaba con diferentes cargos en Telefónica y en el Comité Olímpico Español, entre otros.

Inmersa en un ERE

La alemana Bertelsmann, que edita revistas como Men's Health, Sportlife y Runner's World y emplea en España a más de 600 personas, atraviesa por un momento más que delicado. De hecho, se encuentra inmersa en pleno expediente de Regulación de Empleo que podría acabar con más de un centenar de sus empleados en la cola del paro y una indemnización mínima de 20 días por año trabajado.

Fuentes cercanas al grupo alemán aseguran que el cese de Urdangarín se debe principalmente al interés del duque de Palma por centrarse en un nuevo proyecto de la mano de Telefónica, que incluso le ha obligado a trasladar su residencia a Washington.

Trabajará para la compañía que preside César Alierta en calidad de miembro del consejo internacional deTelefónica, lo que le dificultaría compaginar esta labor con su anterior puesto en Motorpress. Pero la reciente salida de Urdangarín podría también deberse a otros motivos algo menos cordiales.

El hecho de que Bertelsmann haya sido galardonada con el premio príncipe de Asturias de la Comunicación y con la Gran Cruz al Mérito Civil, ha causado un gran revuelo entre su plantilla, que no entiende cómo una compañía inmersa en una reestructuración a la baja ha sido tan agasajada. El duque de Palma podría haber decidido desligarse de esta compañía, evitando de esta forma un posible desgaste de su imagen pública y empresarial. ¿El siguiente será Marichalar?