Alberto, Charlene y una crisis de portada

La duda ha sido el timón en la relación de ida y vuelta entre el príncipe Alberto de Mónaco y su novia, la nadadora Charlene Wittsock. La pareja no es muy dada a aparecer en público y cuenta con los dedos de la mano sus salidas de palacio.Ha sido precisamente esta actitud lo que ha llevado a los diferentes medios de comunicación a especular con un posible distanciamiento entre ambos.

Aunque siempre niegan los rumores con alguna comparecencia pública en el Circo o en cualquier tipo de acto, ahora la revista Point de Vue habla sobre una crisis real que estaría fomentada en parte por la presunta presencia cercana de Alexandre Coste, el hijo que el monarca habría tenido con una ex azafata.

El divorcio de la mayor de los Grimaldi también habría influido en cierta manera en la posición institucional de Charlene en Palacio y su inestabilidad con el príncipe. Ahora que Carolina de Mónaco no convive con el Ernesto de Hannover, su responsabilidad y su agenda se ha visto notablemente incrementada.

Los implicados no han hecho ningún tipo de declaración al respecto ni han emitido ningún comunicado. En 2008, la misma revista francesa publicó que durante el verano Mónaco viviría uno de los episodios más importantes de su reciente historia: la boda entre Charlene y Alberto de Mónaco. Todavía no se han casado, sus apariciones públicas son como el Guadiana y los rumores siguen fluyendo.