Los once herederos al trono

Mallorca exhibe músculo monárquico. En 4.000 exiguos kilómetros cuadrados de latifundio se amontonan hoy mismo un millón de nativos, dos millones de turistas extranjeros y los once primeros integrantes de la línea sucesoria al trono español, por no hablar de su titular. Cuesta doblar una esquina sin tropezar con un familiar del Rey. Escribo por tanto con una cuota de responsabilidad añadida, cualquier desliz onomástico o genealógico podría apuntillar la prima de riesgo española. Juan Carlos de Borbón ha programado unas vacaciones twitter. 

La tradicional cena de despedida de las autoridades locales se celebrará el próximo viernes, a una semana escasa del comienzo del veraneo, el más corto que se recuerda. Habitualmente se prolongaba durante un mes y medio, pero los recortes han golpeado el ocio estival del Jefe del Estado. La visita del Papa también abrevia la estancia en Palma, pero este efecto pudo corregirse atrayendo a Benedicto Siglo XVI a esta isla pecadora y necesitada de evangelización, para enrolarlo en alguno de los veleros que surcan el Mediterráneo repleto de reyes.

La lista de sucesores al trono se abre con Felipe de Borbón. Iba a añadir un "lógicamente", pero tal vez la lógica apuntaba a Elena de Borbón, por orden de llegada. En una ocasión se le preguntó al hijo menor de los Reyes sobre la contradicción constitucional. Se manifestó a favor de la igualdad de géneros, pero después de él porque "ahora nos toca a nosotros", según expuso con maldisimulada ansiedad. El Príncipe regatea en el 'CAM', según se anunció en estas crónicas tan criticadas por las gentes de poca fe, aunque se ha tomado la precaución de eliminar el logo de la caja intervenida, para sustituirla con un aséptico 'Hispano'.

En el polo del futuro Rey sobresale la palabra 'Owner' a la altura del corazón, sin aclarar si la condición de 'Propietario' se extiende a la embarcación o a los contornos. El beso que propinó a Letizia Ortiz es el ósculo más sonoro desde que Casillas amartilló en público a Sara Carbonero, pero no nos extenderemos porque ninguna palabra hace justicia a la efusión romántica registrada en el Club Náutico palmesano.

La intromisión de Letizia en nuestra historia invita a recordar que Mallorca concentra, además, un póquer de reinas. La presencia de Sofía de Grecia se completa con su previsible sucesora, sin olvidar a las hijas de los Príncipes de Asturias. Por fortuna, remite la moda de vestir de forma idéntica a las infantas Leonor de Borbón Ortiz -número dos en la sucesión al trono- y Sofía de Borbón Ortiz -número tres-, una decisión homogeneizadora que confundía peligrosamente a las herederas nacidas con dos años de diferencia.

El acertijo de las abarcas menorquinas

Leonor, a desglosar en Le(tizia)-on-or(tiz), parte con ventaja, porque la genealogía no prevé cambios en el caso de que a su hermana menor le adornaran mejores cualidades para optar al cargo. Y acabamos el párrafo con un acertijo, ¿cuál de las reinas españolas presentes y futuras aquí mencionadas no se calza en Mallorca las abarcas menorquinas que Doña Sofía ha impuesto como etiqueta veraniega? La respuesta es evidente, las trifulcas domésticas empiezan por los pies.

Elena de Borbón ocupa el número cuatro en la sucesión, y descansa en su residencia pública mallorquina junto a sus hijos Froilán -cinco- y Victoria -seis-. Cristina de Borbón se reserva el número siete desde Estados Unidos, y sus cuatro hijos ocupan las posiciones subsiguientes. Se cierra así el once titular de la monarquía con base estival en la isla. La monarquía cumple a rajatabla la Ley de Paridad de Zapatero, cuánto van a añorarlo los progresistas que hoy lo maldicen. En efecto, hasta seis mujeres figuran entre la primera docena de sucesores, la empresa más antigua de España tiene un consejo de administración más equilibrado que las firmas de alta tecnología. 

Este dato debe encerrar algún tipo de mensaje que ahora mismo se me escapa.

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