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El anarquista que encontró las fotografías de la Familia Real en la basura
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El anarquista que encontró las fotografías de la Familia Real en la basura

El anarquista Willy Uribe jamás olvidará el día que encontró tiradas en la basura un centenar de imágenes de la Familia Real. "Me quedé sorprendido, las metí en

El anarquista Willy Uribe jamás olvidará el día que encontró tiradas en la basura un centenar de imágenes de la Familia Real. "Me quedé sorprendido, las metí en una bolsa y regresé a casa”, confiesa este escritor y fotógrafo vasco, que no duda en rememorar entre risas su condición de anarquista.
 
Hace unas semanas, Uribe salió a pasear por Getxo igual que hacía en su adolescencia cuando patinaba por esas mismas calles junto a sus amigos. En la oscuridad de la noche, el artista encontró al lado de un contenedor unas viejas sillas abandonadas. Gran apasionado por la restauración, se acercó para comprobar la calidad de las mismas.
 
Al dirigirse hacia el lugar, observó dentro del cubo de basura varios documentos que le llamaron la atención: libros de religión antiguos, cuentos de Los Cinco y una caja de zapatos. Sorprendido, decidió abrirla. Al levantar la tapa, el escritor encontró una vieja fotografía en blanco y negro de Alfonso XIII. Incrédulo ante semejante hallazgo, regresó a su casa para ver con más tranquilidad lo que realmente contenía aquella misteriosa caja.
 
Uribe comprobó que lo que acababa de encontrar  era un pequeño tesoro: varias fotografías de la Casa Real en la que aparecían figuras tan importantes de la Historia de España como Alfonso XIII, Don Juan o su hijo Juan Carlos. El fotógrafo enseguida se dio cuenta de la relevancia de semejante descubrimiento. Pese a que algunas de las instantáneas eran copias, otras muchas eran imágenes originales, desconocidas hasta entonces.
 
Apenas eran un centenar de fotografías pero cada una de ellas mostraba un trocito de la vida privada de los reyes de España y de su entorno, en unos años en los que poco se sabía de la monarquía. Trajes de época, peinados muy cuidados, tiernas miradas, marcos de ensueño…
 
Entre las imágenes que más han sorprendido a Uribe se encuentra una serie de retratos de Don Juan Carlos en las que aparece con “trajes militares de marcado corte fascista”, algo normal por aquel entonces. Asimismo, el escritor resalta los fotografías tomadas por "un tal Resines", un artista vasco que supo captar con una calidad excepcional aquellos momentos tan personales de los Borbón.
 
Pero, ¿qué hacía aquella caja en un contenedor? Según explica Uribe, Getxo es una zona a la que numerosos miembros de la aristocracia vasca se mudaron a principios del siglo XX. Hasta allí llegaron familias con un poso cultural y económico importante, procedentes de entornos selectos, que sentían en la mayoría de los casos, admiración por la Familia Real española. Dicha colección podría pertenecer, por lo tanto, a alguna persona seguidora de los Borbón que se dedicaba a coleccionar instantáneas de todos sus miembros.
 
Abrumado por la importancia del descubrimiento, Willy Uribe le quita hierro: “Tampoco es para tanto”. De hecho, ahora solo piensa en donar las fotografías a algún archivo y olvidarse del asunto. “La monarquía la pagamos entre todos y tenemos derecho a acceder a estas imágenes. No quiero lucrarme con ellas pese a ser anarquista. He sido pobre toda la vida y así voy a seguir”. Sin embargo, recuerda que como buen escritor, quizás tome esta historia como hilo conductor de alguna de sus novelas.

El anarquista Willy Uribe jamás olvidará el día que encontró tiradas en la basura un centenar de imágenes de la Familia Real. "Me quedé sorprendido, las metí en una bolsa y regresé a casa”, confiesa este escritor y fotógrafo vasco, que no duda en rememorar entre risas su condición de anarquista.
 
Hace unas semanas, Uribe salió a pasear por Getxo igual que hacía en su adolescencia cuando patinaba por esas mismas calles junto a sus amigos. En la oscuridad de la noche, el artista encontró al lado de un contenedor unas viejas sillas abandonadas. Gran apasionado por la restauración, se acercó para comprobar la calidad de las mismas.
 
Al dirigirse hacia el lugar, observó dentro del cubo de basura varios documentos que le llamaron la atención: libros de religión antiguos, cuentos de Los Cinco y una caja de zapatos. Sorprendido, decidió abrirla. Al levantar la tapa, el escritor encontró una vieja fotografía en blanco y negro de Alfonso XIII. Incrédulo ante semejante hallazgo, regresó a su casa para ver con más tranquilidad lo que realmente contenía aquella misteriosa caja.
 
Uribe comprobó que lo que acababa de encontrar  era un pequeño tesoro: varias fotografías de la Casa Real en la que aparecían figuras tan importantes de la Historia de España como Alfonso XIII, Don Juan o su hijo Juan Carlos. El fotógrafo enseguida se dio cuenta de la relevancia de semejante descubrimiento. Pese a que algunas de las instantáneas eran copias, otras muchas eran imágenes originales, desconocidas hasta entonces.
 
Apenas eran un centenar de fotografías pero cada una de ellas mostraba un trocito de la vida privada de los reyes de España y de su entorno, en unos años en los que poco se sabía de la monarquía. Trajes de época, peinados muy cuidados, tiernas miradas, marcos de ensueño…
 
Entre las imágenes que más han sorprendido a Uribe se encuentra una serie de retratos de Don Juan Carlos en las que aparece con “trajes militares de marcado corte fascista”, algo normal por aquel entonces. Asimismo, el escritor resalta los fotografías tomadas por "un tal Resines", un artista vasco que supo captar con una calidad excepcional aquellos momentos tan personales de los Borbón.
 
Pero, ¿qué hacía aquella caja en un contenedor? Según explica Uribe, Getxo es una zona a la que numerosos miembros de la aristocracia vasca se mudaron a principios del siglo XX. Hasta allí llegaron familias con un poso cultural y económico importante, procedentes de entornos selectos, que sentían en la mayoría de los casos, admiración por la Familia Real española. Dicha colección podría pertenecer, por lo tanto, a alguna persona seguidora de los Borbón que se dedicaba a coleccionar instantáneas de todos sus miembros.
 
Abrumado por la importancia del descubrimiento, Willy Uribe le quita hierro: “Tampoco es para tanto”. De hecho, ahora solo piensa en donar las fotografías a algún archivo y olvidarse del asunto. “La monarquía la pagamos entre todos y tenemos derecho a acceder a estas imágenes. No quiero lucrarme con ellas pese a ser anarquista. He sido pobre toda la vida y así voy a seguir”. Sin embargo, recuerda que como buen escritor, quizás tome esta historia como hilo conductor de alguna de sus novelas.

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