Los duques de Palma, los grandes ausentes de la tradicional Misa de Pascua

Un año más, la Familia Real asiste a la Misa del Domingo de Resurreción en la Catedral de Palma. El Rey, que la edición pasada faltó por estar preparando la visita del Emir del Estado de Qatar, la Reina Sofía, que lleva en Marivent desde el viernes de la semana pasada, la infanta Elena y los príncipes de Asturias, junto a sus dos hijas, fueron los miembros de la Primera Familia que quisieron estar presentes en este acto que da por concluido las vacaciones de Semana Santa en Marivent.  

En esta ocasión, los grandes ausentes fueron la infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarin, imputado por una pieza separada del Caso ‘Palma Arena’, que se escaparon de la tradicional foto de familia, tal y como adelantó Vanitatis hace unos días. Aunque no es extraña la ausencia del duque de Palma, que lleva sin aparecer en la Misa de Pascua desde la Semana Santa de 2005, sí lo es la falta de la duquesa de Palma, que siempre intenta cumplir con su ciudad de adopción a pesar de estar instalada en Washington desde 2009.

Además de los duques de Palma y sus cuatro hijos, también faltaron los de la infanta Elena, Victoria Federica y Froilán, que estuvieron con su madre el pasado fin de semana en la estación de esquí de Baqueira- Beret y que han pasado estos días con su padre y la familia Marichalar en Soria.

Por primera vez, también han asistido a la Misa de Pascua algunos cargos políticos de la isla. El presidente del Govern, José Ramón Bauzá, y la presidenta del Consell de Mallorca, María Salom, que esperaron a la Familia Real a las puertas de la Seo mallorquina.

La anécdota del Rey y su nieta

La llegada de la Primera Familia se produjo por separado ante unos seiscientos curiosos, que se congregaron a las puertas de la Catedral. Primero aparecieron los Reyes y su primogénita, a bordo de un vehículo conducido por el propio don Juan Carlos, y después los príncipes de Asturias con sus hijas, la infanta Leonor y Sofía, que iban vestidas iguales.

Durante unos minutos, los Reyes, la infanta Elena y los príncipes de Asturias, junto a sus hijas, posaron ante las cámaras y fotógrafos. La anécdota la protagonizó el Rey que, durante este posado, animó a su nieta Sofía a saludar a los medios gráficos, algo que la niña hizo tímidamente mientras apretaba la otra mano de su abuelo.