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Los príncipes de Asturias, más cercanos que nunca con la prensa
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Los príncipes de Asturias, más cercanos que nunca con la prensa

El último acto oficial presidido por los príncipes de Asturias, la entrega de los premios de periodismo de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM),

El último acto oficial presidido por los príncipes de Asturias, la entrega de los premios de periodismo de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), ha puesto de manifiesto lo que ya se venía gestando desde hace algún tiempo: un cambio de estrategia de la Casa Real para con el pueblo. Don Felipe y doña Letizia llegaban a la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, más relajados que nunca. Quizá también tuviera que ver el hecho de que acudían a un evento con el que la nuera real tiene un vínculo muy especial. Ya se encargaría su marido de hacer referencia a él minutos después, cuando en su discurso retrocedió hasta el año 2000. "Me casé con una premio Larra, aunque el mérito fue suyo, de la Princesa digo, que lo recibió cuatro años antes de la boda".

Los príncipes dejaron en casa la rigidez y se llevaron a la Puerta del Sol la cercanía y la locuacidad. Hacía mucho tiempo que no se les veía tan relajados y sonrientes, sobre todo a Letizia, que se reencontró con antiguos compañeros de TVE como Fran Llorente (uno de los premiados), así como con otros periodistas como Paloma Ferre (que recogió otro premio en nombre del programa Madrileños por el mundo), con quien estuvo intercambiando risas y confidencias durante un largo rato, incluso sobre el estrado mientras posaban para la foto de familia. Tales eran las ganas de conversar de la princesa, que su marido tuvo que hacerle una señal al tiempo que le sugería que dejaran el diálogo para después de la instantánea.

Dicho y hecho. Una vez terminada la entrega de premios, en la que la presidenta madrileña Esperanza Aguirre hizo alusión al litigio mantenido con otras cadenas a colación del programa de Telemadrid, los príncipes departieron durante casi una hora y por separado con todas y cada una de las personas que quisieron acercarse a saludarles e, incluso, a hacerse una foto con ellos, cono si de estrellas hollywoodienses se tratara. No se negaron ni una sola vez y posaron estoicamente, a sabiendas de que no se trataba de imágenes oficiales, sino de recuerdos personales que luego los asistentes se encargarían de lucir en sus reuniones familiares y de amigos. Tal vez por eso, Letizia quiso ver cómo había quedado en alguna de ellas.

Pese a que los cócteles posteriores a los actos oficiales de la familia real suelen contar con una fugaz presencia de sus miembros, lo cierto es que los príncipes de Asturias fueron de los últimos en abandonar la Real Casa de Correos. Parecía como si les costase dejar un lugar en el que tan a gusto se habían encontrado, después de seis años sin acudir a los premios de la APM, y en el que hasta don Felipe se había decidido a probar el cava que se ofreció durante la recepción posterior. Fue esos relajados encuentros en los que algunos de los periodistas invitados al evento aprovecharon para informar a la princesa de Asturias sobre los expedientes de regulación de empleo que se están acometiendo en varias empresas de comunicación, como Telemadrid, algo en lo que Letizia se mostró muy interesada.

La princesa se metió en su papel y derrochó simpatía saludando a algunos de los asistentes con dos besos y mostrándose "encantada" de conocer a otros tantos. Para la ocasión, se decantó por un traje de chaqueta y pantalón en color blanco que recordaba vagamente al que lució el día del anuncio del compromiso, hace ya 9 años. La esposa del heredero al trono pario completó su estilismo con unos peep toes de un tono nude, un bolso color chocolate y detalles en rosa, y una blusa de color rosa. No se olvidó Letizia de sus pendientes fetiche: aquellos con forma de estrella que ya ha lucido en otras ocasiones, como durante su viaje a Chile o en la cena de honor a Carlos de Inglaterra.

Don Felipe, por su parte, aprovechó la ocasión para alabar el trabajo de la prensa, que tantas alegrías dio a su mujer en el pasado y tantos quebraderos de cabeza proporciona a su cuñada en la actualidad. Así, en su discurso, el príncipe de Asturias mostró especial interés en que se impulsen las "buenas noticias" en los medios de comunicación, así como en que no se dejen a un lado "valores como la independencia, el rigor, la profesionalidad, la calidad y la innovación".

El último acto oficial presidido por los príncipes de Asturias, la entrega de los premios de periodismo de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), ha puesto de manifiesto lo que ya se venía gestando desde hace algún tiempo: un cambio de estrategia de la Casa Real para con el pueblo. Don Felipe y doña Letizia llegaban a la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, más relajados que nunca. Quizá también tuviera que ver el hecho de que acudían a un evento con el que la nuera real tiene un vínculo muy especial. Ya se encargaría su marido de hacer referencia a él minutos después, cuando en su discurso retrocedió hasta el año 2000. "Me casé con una premio Larra, aunque el mérito fue suyo, de la Princesa digo, que lo recibió cuatro años antes de la boda".

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