La casa real sueca abre las puertas de su palacio... mientras la opacidad reina en Zarzuela

Ambas familias son claras protagonistas en la festividad del Día Nacional de sus respectivos países y, sin embargo, la celebración de la misma no puede ser más diferente. El modus operandi del país nórdico este miércoles, jornada festiva en Suecia, ha puesto de manifiesto, más si cabe, las carencias de la Primera Familia española para con sus súbditos en uno de los días más importantes para el país. Mientras las calles de Estocolmo se engalanaban e, incluso, Magdalena y Carlos Felipe de Suecia eran los encargados de abrir el palacio real -residencia oficial de la monarquía del país- para uso y disfrute del pueblo, la posibilidad de que Zarzuela haga lo propio se torna impensable. Un desfile militar y un besamanos posterior en el Palacio Real con motivo del Día de la Hispanidad son más que suficientes para que los ciudadanos patrios conmemoren la Fiesta Nacional.

Las cosas en Suecia son harto diferentes. Ataviadas con el traje nacional típico sueco, que a algunos les recordaba al anuncio de La Lechera y a otros a la región de El Tirol, las mujeres de la Familia Real causaban auténtico furor entre sus compatriotas. Magdalena era una de las protagonistas, junto con su hermano, al encargarse de llevar a cabo una de las tradiciones de este día en el país: la jornada de Palacio Abierto. Los dos hermanos daban la bienvenida a los visitantes al tiempo que abrían, no sin esfuerzo, las pesadas puertas del palacio real. Eran las 10 de la mañana y por delante quedaba un día repleto de exposiciones, proyecciones, conferencias y galerías en varias de las dependencias del palacio. De hecho, algunas de las muestras permanecerán abiertas al público durante toda la época estival.

En España ni traje típico, ni puertas abiertas, ni celebración civil para uso y disfrute del pueblo patrio. La frialdad y el distanciamento de la Casa Real española se ha vuelto a poner de manifiesto y hace inevitable recordar otros aspectos que contribuyen a crear esa sensación de opacidad de Zarzuela en lo que las políticas de comunicación se refiere.

Aunque la renovación de la página web de la Casa Real española está próxima y se estudia asimismo su posible entrada en las redes sociales, lo cierto es que la monarquía española está a años luz de sus homólogas europeas. En este sentido, la mayoría de casas reinantes cuelgan una gran cantidad de imágenes e información de cada uno de los acontecimientos en los que participan, no sólo oficiales, sino también familiares. Cabe recordar, a modo de ejemplo y siguiendo con el caso de la monarquía sueca, el bautizo de la pequeña Estelle, del que la página web de la Casa Real sueca hizo un amplio despliegue fotográfico.

También la monarquía británica está al día. La información sobre el Jubileo de Isabel II, sobre la última hora del estado de salud del duque de Edimburgo, mensajes de la reina, un recorrido por las residencias reales y las colecciones de la Primera Familia británica, una sección especial sobre los royal y la tecnología, los discursos de sus miembros, un canal de You Tube, y la posibilidad de contactar con los miembros de la Familia Real, además de ofertas de trabajo y un amplio archivo fotográfico de todos los acontecimientos de los Windsor forman parte de una página web más que completa, que difiere en demasía de la española.

También Jordania se moderniza. Además de contar con Rania, una royal activa en las redes sociales, recientemente la Casa Real del país elaboró una página web propia para la esposa de Abdalá II, en la que se puede encontrar su propio blog, fotos y hasta un enlace para suscribirse a los discursos de iTunes de Rania, un espacio denominado Tecnología para la educación en el que se pueden ver más de 30 discursos con vídeo.