El príncipe sale de noche sin su princesa

La última vez que se les ha visto juntos compartiendo intimidad ha sido en la ‘segunda’ boda de Telma Ortiz, celebrada en el exclusivo hotel La Posta Vecchia en Roma. Unas imágenes que se captaron con la permisividad de los escoltas y, por lo tanto, la autorización del heredero y su mujer, que aparecían más cariñosos que la propia pareja de recién casados. Después, nunca más.

Desde ese momento, la presencia de la princesa se diluye y, salvo la audiencia a una representación de la Asociación de Club de Atletismo Toledo hace más de una semana, nada se sabe de ella. Oficialmente se encuentra en Zarzuela, haciendo trabajo de despacho, aunque oficiosamente durante esos días podría haber estado con sus hijas visitando a la hermana Telma. El caso es que no hay rastro de la consorte real ni de las infantas Leonor y Sofía, mientras que el heredero sigue con su agenda institucional y sus diversiones privadas en Madrid.

Su última salida en solitario fue este miércoles por la noche, cuando acudió, según ha podido confirmar Vanitatis, a la fiesta que organizaban unos amigos en su casa con motivo del cumpleaños de uno de los convocantes. A las diez de la noche, el príncipe, acompañado de una pareja y con una bolsa de regalo en la mano, llegaba a la calle Blanca de Castilla en Aravaca, de donde salió pasada la una de la madrugada, después de haber disfrutado de una velada entretenida.

El hecho de que no acudiera con su mujer pareció no extrañar demasiado a los invitados, según comentarían más tarde muchos de ellos. De hacer caso a las informaciones oficiales, Letizia ocupó ese día con tareas de despacho y la tarde noche con sus hijas, aunque cobra intensidad la teoría de su escapada internacional.