El regreso del 'gen Borbón': don Juan Carlos vuelve a sacar su carácter

Este jueves, el gen Borbón ha vuelto con fuerza. Como ya ocurriera en otras ocasiones, el episodio de don Juan Carlos ha puesto de manifiesto, una vez más, el fuerte carácter del rey. El manotazo y posterior regañina a su chófer no han dejado indiferente a nadie y recuerdan a otros exabruptos protagonizados por el monarca patrio en los últimos meses y que han tenido, en la mayoría de los casos, a doña Sofía como interlocutora. 

El último y más reciente de los que se recuerdan tenía lugar el pasado mes de marzo. Entonces, los reyes presidían la entrega de becas de la Fundación La Caixa. Después de que la reina interrumpiera el discurso de su marido para comentarle por lo bajo que los músicos esperaban para tocar La Bohème y cerrar así el acto, don Juan Carlos, en uno de sus habituales arranques de naturalidad, espetó a su esposa aquel "Ya lo sé, pero déjame hablar un momento (...). Se ve que ella prefiere la música y yo prefiero hablar", que tanto recordó a la pedida de mano de los príncipes de Asturias y al "Déjame terminar" de Letizia Ortiz. 

Hace justo un año, el monarca volvía a poner de manifiesto su pronto durante la visita del Papa Benedicto XVI. Entonces don Juan Carlos se confundió con el protocolo interponiéndose entre la reina y el Pontífice mientras increpaba a su mujer para que le dejara el sitio que creía que le correspondía, sin darse cuenta de que su lugar era otro, pues no se trataba de una visita de Estado al uso, en la que hubiera revista de tropas e himno. 

Pero las salidas de pata de banco del rey no han cesado ahí. Tan sólo unos meses antes llegaba aquel famoso "lo que os gusta es matarme y ponerme un pino en la tripa todos los días" que le espetó a la prensa que cubre las informaciones de la Casa Real cuando ésta se interesó por su estado de salud, unas declaraciones poco afortunadas de las que se arrepintió poco después.

Si bien también tuvo palabras para los mandatarios de algunos países, como el venezolano Hugo Chávez, al que dedicó el memorable "¿Por qué no te callas?", o para Soraya Sáenz de Santamaría, a la que no dudó en corregir su confusión con el protocolo, lo cierto es que en los últimos tiempos los desplantes de este tipo han tenido como destinataria principal la reina Sofía.

Entre los primeros de estos feos públicos hacia su esposa se encuentra el suceso ocurrido en Santiago de Compostela, durante la ofrenda al Apóstol en la Catedral. A la entrada del cortejo civil, don Juan Carlos parece tropezar. Doña Sofía trata de ayudarle pero el monarca insiste en desembarazarse del brazo de su mujer para volver a recrimilarle posteriormente con el gesto serio.