Iñaki Urdangarín se reunió varias veces en Zarzuela con el Rey antes de abandonar Telefónica

 Iñaki Urdangarín visitó en varias ocasiones el Palacio de la Zarzuela durante el mes de julio para reunirse con el Rey y el resto de los miembros de la Familia Real, justo antes de que los duques de Palma decidieran instalarse de nuevo en Barcelona y de que el yerno del monarca solicitase una excedencia temporal en Telefónica, empresa de la que era consejero.

Aunque el gabinete de prensa de Zarzuela no ha querido “ni confirmar ni desmentir” las entradas y salidas del duque en palacio por tratarse de “actividades privadas”, otras fuentes consultada por este diario ratifican que se produjeron al menos cinco visitas durante el mes de julio, en las que Urdangarín estuvo acompañado en ocasiones por su mujer e hijos.

En esas fechas, el Rey permaneció en Madrid y por tanto se encontró en varias ocasiones con su yerno. Pocos días después de celebrarse estas visitas veladas del duque, tomó la decisión de abandonar Telefónica y de recalar de nuevo en Barcelona junto a toda su familia, alquilando un chalet en las afueras y poniendo en venta su casa de Pedralbes, símbolo de su elevado nivel de vida por el éxito de sus negocios privados, los mismos por los que ahora está imputado.  

Los encuentros privados entre Urdangarín y el resto de miembros de la Familia Real sorprenden sobre todo porque, de cara a la opinión pública, el monarca y el heredero siempre han mantenido un discurso duro contra el duque en un intento de salvaguardar la imagen de la Monarquía. Una posición que quedó clara cuando el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, calificó la conducta de Urdangarín como “poco ejemplar”.

De ahí que el Rey se negara a que el duque visitara la residencia estival de la Primera Familia en Mallorca este verano. El monarca pretendía evitar una foto de familia en la que apareciera el rostro de Urdangarín. Sin embargo, las fuentes consultadas por Vanitatis confirman esos encuentros en julio de espaldas a la opinión pública y completan los datos publicados al respecto por Antonio Montero en El Programa de Ana Rosa. En dichas reuniones parece que se fraguó la hoja de ruta a seguir por los duques para instalarse de nuevo en España.

La infanta Cristina y su esposo contrataron entonces los servicios de varios asesores de imagen. El resultado de estas visitas ocultas a Zarzuela y del trabajo de estos asesores ha sido la puesta en venta de su casa de Pedralbes, el denominado “palacete” de más de 2.000 metros cuadrados y un precio de mercado de unos seis millones de euros, para instalarse en un chalet de alquiler mucho más modesto situado a las afueras de Barcelona. Al tiempo, los duques se dejan ver ahora recorriendo las calles de Barcelona en un coche que la infanta conducía hace veinte años.

La estrategia para cambiar la imagen que los ciudadanos tienen de ellos pasa por trasladar una sensación permanente de austeridad. Y parece que dicha maniobra pudo fraguarse en Zarzuela, pues el duque sigue teniendo las puertas del palacio abiertas cuando no hay luz ni taquígrafos.