La reina Sofía se desmarca de la Familia Real y acude al cumpleaños de su nieto, Juan Urdangarin

Doña Sofía ha vuelto a aparcar por un día su papel de reina para ejercer de abuela. Como ya hiciera a principios del mes de mayo, cuando viajó en solitario a Washington para acudir al cumpleaños de su nieto Miguel, la monarca se ha desmarcado de las directrices de don Juan Carlos y los príncipes de Asturias y se ha desplazado, de nuevo sola, hasta Barcelona.

Allí le esperaba su hija Cristina y la familia de ésta, que el pasado fin de semana celebraba el decimotercer cumpleaños de Juan Urdangarin Borbón, que tradicionalmente se ha celebrado de manera pública e incluso con posados en la puerta de la residencia de los duques de Palma en Pedralbes.

Se trataba de un viaje privado, del que como es habitual la Casa Real no da cuenta. Eso sí, la reina Sofía se dejaba ver en coche llegando discretamente a Pedralbes, en donde todavía residen los duques a la espera de mudarse. la esposa de don Juan Carlos permaneció en la Ciudad Condal y sin dejarse ver en público hasta este domingo por la tarde, cuando emprendió el regreso al aeropuerto con el fin de poner rumbo de nuevo a Madrid, donde este lunes debía asistir a un acto junto al rey, los príncipes y la infanta Elena.

La actitud de la reina para con su hija, yerno y nietos difiere sobremanera a la adoptada por don Juan Carlos, que la pasada semana acudia en dos ocasiones a Barcelona para cumplir con sus compromisos profesionales y evitaba, no obstante, verse allí con la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. El esperado encuentro, por tanto, no se produjo.