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El brazalete de la reina Victoria Eugenia ya tiene un comprador
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El brazalete de la reina Victoria Eugenia ya tiene un comprador

La reina Victoria Eugenia tenía verdadera afición y devoción por las joyas. Un patrimonio en alhajas que ya atesoraba cuando llegó a la corte madrileña para

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El brazalete de la reina Victoria Eugenia ya tiene un comprador

La reina Victoria Eugenia tenía verdadera afición y devoción por las joyas. Un patrimonio en alhajas que ya atesoraba cuando llegó a la corte madrileña para casarse con Alfonso XIII y que incrementó con el paso de los años. Cuentan que tras cada infidelidad de su marido se encargaba una pieza para ella y, dado que los escarceos extramatrimoniales fueron muchos, el joyero de la Reina se convirtió en algo parecido a la cueva de Alí Babá, con diseños espectaculares de Van Cleef, Bvlgari, Chaumet, Harry Winston y Cartier, sus preferidos.

Precisamente, de esta última firma es el brazalete que saldrá a subasta el próximo 14 de noviembre en Ginebra con un precio de salida de 620.000 euros. Se trata de una joya única y exclusiva cuya principal rareza son sus perlas de concha, que no eran habituales en esa época y, por lo tanto, las debió solicitar directamente la Reina.  

A diferencia de otras casas reales, en España no hay joyas vinculadas a la Corona y esta pieza, igual que otras muchas, pasaron directamente a las hijas de Victoria Eugenia, las infantas Beatriz -casada con un Torlonia-, y María Cristina -con un Maronne-. Así quedó especificado en su testamento. Las más importantes pasaron a otro de sus hijos, el conde de Barcelona, y más tarde las heredaron el Rey Juan Carlos y sus dos hermanas, las infantas doña Pilar y doña Margarita.

Olimpia Torlonia, una más que posible compradora

Por lo tanto, solo un descendiente de estas tres ramas ha podido ofertar el brazalete a través de la casa de subastas Sotheby’s, que por cuestiones de privacidad no da más datos de su actual propietaria. Pero los descendientes Torlonia y Maronne han negado a Vanitatis que estuviera en su poder. 

Mientras se mantiene en el más absoluto anonimato la titularidad de la joya, sí se sabe quién podría adquirirla para que el brazalete no saliera de la Familia. Se trataría de Olimpia Torlonia de Borbón, la cuarta hija de la infanta Beatriz y de Alessandro Torlonia, que desde hace años va recuperando el patrimonio de la abuela Victoria Eugenia tanto en venta privada como en subastas.  

La nieta se casó con el magnate ya fallecido Paul-Annik Weiller y es la única de los descendientes de Alfonso XIII con la suficiente capacidad económica para adquirir la pulsera. Y no solo sería un deseo, sino que así lo ha comentado en su círculo privado, como ha podido constatar este diario. Quizá lo llamativo sea que sabiendo el interés de Olimpia por hacerse con el legado de la reina Victoria Eugenia el familiar que subasta el brazalete Cartier no se haya puesto en contacto directo con ella y el cauce sea la subasta de Sotheby’s.  

Parece que la decisión tendría que ver con razones exclusivamente económicas. Olimpia siempre podría apelar a la hora de hacer una oferta menos elevada que la oficial al sentimentalismo de sangre. Y quien oferta el brazalete no quiere rebajas de ningún tipo.

La reina Victoria Eugenia tenía verdadera afición y devoción por las joyas. Un patrimonio en alhajas que ya atesoraba cuando llegó a la corte madrileña para casarse con Alfonso XIII y que incrementó con el paso de los años. Cuentan que tras cada infidelidad de su marido se encargaba una pieza para ella y, dado que los escarceos extramatrimoniales fueron muchos, el joyero de la Reina se convirtió en algo parecido a la cueva de Alí Babá, con diseños espectaculares de Van Cleef, Bvlgari, Chaumet, Harry Winston y Cartier, sus preferidos.

Fundación Reina Sofía