El príncipe Felipe puso como condición a la visita de Urdangarín no aparecer en la foto con él
La visita este domingo de Iñaki Urdangarín al Hospital Quirón San José, donde el Rey se recupera de su operación de cadera, ha sido interpretada como
La visita este domingo de Iñaki Urdangarín al Hospital Quirón San José, donde el Rey se recupera de su operación de cadera, ha sido interpretada como un cambio de estrategia de la Casa Real para con los medios de comunicación. Sin embargo, el príncipe Felipe no se mostró excesivamente partidario de esa visita, e incluso puso una condición sine qua non para que se produjera. El heredero aceptó que la familia al completo coincidiera en el tiempo en las instalaciones del hospital, pero se negó a posar en la foto de familia a las puertas del centro con su cuñado, según confirman a Vanitatis fuentes de toda solvencia.
No fue casualidad, por tanto, que los duques de Palma llegasen al hospital alrededor de las 15:15 h de la tarde del domingo y los príncipes de Asturias y sus hijas lo hicieran unos quince minutos después. Algo parecido ocurrió a la salida, cuando Felipe y Letizia se retrasaron intencionadamente varios minutos para evitar de nuevo que las cámaras inmortalizasen el momento. Se trazó una hoja de ruta para que en ningún caso se diera la posibilidad de que el heredero al trono y el duque apareciesen en el mismo plano en las portadas de los diarios del lunes.
Esa fue la estrategia diseñada para escenificar una especie de normalidad familiar, y esa misma sintonía ha querido trasladarse al planos institucional en los últimos meses. El monarca, convaleciente en su habitación de la clínica, y el heredero, como figuras más representativas de la institución, no querían que esta visita evidenciara públicamente una especie de perdón a Urdangarín, imputado por el caso Nóos, y cuyo comportamiento fue calificado en su momento de manera oficial como “poco ejemplar”.
¿Una estrategia fallida?
La línea divisoria que en su día se estableció desde el palacio de la Zarzuela para que los ciudadanos diferenciaran entre la jefatura del Estado y la actuación de un miembro concreto de la Primera Familia ha quedado ahora trastocada con la visita de Urdangarín a la clínica San José, a pesar de los esfuerzos por evitarlo. Las críticas han aflorado porque el Rey aceptó la visita de su yerno tras una conversación telefónica con la infanta Cristina, que le avisó de sus intenciones.
La infanta contó en todo momento con el apoyo de su madre, la reina Sofía, que ya manifestó su postura con su viaje a Washington en abril, y con el de su hermana, la infanta Elena. De ahí que aparecieran todos juntos a la puerta de la clínica. La visita de Urdangarín, interpretada en clave de unidad familiar, sin foto oficial con el heredero que se pudiera interpretar como una especie de perdón institucional, fue aceptada por el monarca como el mal menor, ya que su negativa a recibir al duque habría propiciado muy probablemente que la infanta Cristina apareceriera sola en el hospital, lo que habría puesto de manifiesto una nula relación con su padre.
Las críticas no se han hecho esperar y tanto en las redes sociales como en las tertulias de informadores políticos no se encuentra una explicación coherente a la decisión del duque de hacerse visible en estos momentos, justo cuando el fiscal le ha impuesto una fianza de cuatro millones de euros por los delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación, fraude y falsedad documental.
La decisión de Zarzuela ha sembrado la confusión, porque ha posibilitado múltiples interpretaciones, sobre todo por la barroca puesta en escena de la situación. La más comprometida: que la Familia Real ha reintegrado a Urdangarín en sus filas. Oficialmente y, como informaron a Vanitatis desde la propia institución, “no hay que buscar ninguna interpretación. Era un deseo de la infanta doña Cristina el poder estar con su padre tras la operación. Ella misma le comunicó que iría con el duque de Palma y Juan, el hijo mayor, y el Rey dijo que sí. Es la única lectura que hay que hacer de que aceptara esa propuesta”.
La visita este domingo de Iñaki Urdangarín al Hospital Quirón San José, donde el Rey se recupera de su operación de cadera, ha sido interpretada como un cambio de estrategia de la Casa Real para con los medios de comunicación. Sin embargo, el príncipe Felipe no se mostró excesivamente partidario de esa visita, e incluso puso una condición sine qua non para que se produjera. El heredero aceptó que la familia al completo coincidiera en el tiempo en las instalaciones del hospital, pero se negó a posar en la foto de familia a las puertas del centro con su cuñado, según confirman a Vanitatis fuentes de toda solvencia.