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El príncipe Felipe, gran ausente en el bautizo del que sería su ahijado, el primogénito de Álvaro Fuster
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El príncipe Felipe, gran ausente en el bautizo del que sería su ahijado, el primogénito de Álvaro Fuster

El príncipe Felipe, que iba a ejercer de padrino del primogénito de su mejor amigo, Álvaro Fuster, no asistió al bautizo del pequeño, celebrado en Málaga

El príncipe Felipe, que iba a ejercer de padrino del primogénito de su mejor amigo, Álvaro Fuster, no asistió al bautizo del pequeño, celebrado en Málaga este sábado. Según ha podido saber Vanitatis, después de algunas informaciones que aseguraban que el príncipe de Asturias acudiría a la ceremonia bautismal, los fotógrafos esperaban en la puerta de la parroquia San Miguel de Miramar. En esta iglesia situada en el Limonar, uno de los barrios más elegantes de Málaga, se celebraba el bautizo este sábado a las seis de la tarde. La espera de los fotógrafos fue en vano, ya que don Felipe no apareció.

La ceremonia fue íntima y asistieron solamente los familiares de Álvaro Fuster y Beatriz Mira. El banquete posterior se celebró en casa de ella. Algunas de las razones que se apuntaron para la ausencia del príncipe fueron el coste de un traslado que supondría mucho dinero en seguridad para un acto no oficial y de carácter privado. Según algunos de los presentes, la ausencia del príncipe no implica que no sea el padrino del pequeño. Sin embargo, fuentes eclesiásticas consultadas por Vanitatis aseguran que el padrino siempre debe estar presente en la ceremonia a no ser que mande a alguien "por poderes" en su lugar, que es lo que podría haber hecho el príncipe.

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El barrio de El Limonar, donde está situada la iglesia en la que se bautizó al pequeño (vea la foto a la izquierda), no es ajeno a algunas historias sobre la Familia Real. Fue en las calles de esta exclusiva zona de la capital malagueña donde se relizaron las primeras fotografías de una jovencísima infanta Elena con el arquitecto malagueño Alfredo Santos Galera, con el que salió durante casi dos años antes de contraer matrimonio con Jaime de Marichalar. Ahora ha sido testigo de un bautizo exclusivo.

El hijo de Fuster y Mira nació el pasado 29 de octubre y, dada la amistad de Fuster con el príncipe, le pidió que fuese él el padrino de su primer hijo, llamado también Álvaro. No sería este el primer plebeyo que se convierte en ahijado del príncipe, ya que don Felipe también apadrinó, hace 21 años, a un joven asturiano llamado Felipe López Sánchez, de San Esteban de Cuñaba. A su juvenil edad, el chico es uno de los grandes admiradores de los príncipes de Asturias.  En total,  el príncipe ha apadrinado a catorce niños. El primero de ellos hijo de Ernesto de Hannover cuando solo tenía quince años.

Una amistad forjada a golpe de años

La amistad del príncipe Felipe con Álvaro Fuster, hasta hace pocos meses uno de los solteros de oro de la sociedad española, se remonta a los años mozos de ambos. Y es que los dos coincidieron en el colegio Los Rosales de Madrid. Ese compañerismo se extendió con el paso de los años y acabaron convirtiéndose en íntimos. La relación se ha mantenido hasta el día de hoy.

Prueba de la amistad es que los príncipes de Asturias se convirtieron en los invitados de excepción de la boda de Fuster con Beatriz Mira Hafner, que hasta ese momento era conocida por haber mantenido una relación con el cantante Carlos Baute. La celebración supuso una exclusiva convocatoria que también se organizó en la ciudad Málaga.

La capilla San José, ubicada en la finca privada Hacienda Nadales, situada a las afueras de Málaga, fue testigo de excepción de un enlace al que acudieron grandes personalidades del 'papel couché' como Isabel Sartorius, Jaime de Polanco, Fiona Ferrer o Beltrán Gómez Acebo, primo del príncipe. Todos ellos se presentaron en coches particulares o salieron de dos autobuses que salieron del Hotel AC Marriot, donde estaban alojados la mayoría de los invitados al enlace.

Esa amistad es la que ha hecho posible que al príncipe también se le haya pedido ser padrino del hijo de Fuster a pesar de no haber asistido a una ceremonia íntima y exclusiva. Aunque se desconoce si el pequeño será su ahijado, lo que no parece afectar la ausencia del príncipe es una amistad que dura ya bastantes años.

El príncipe Felipe, que iba a ejercer de padrino del primogénito de su mejor amigo, Álvaro Fuster, no asistió al bautizo del pequeño, celebrado en Málaga este sábado. Según ha podido saber Vanitatis, después de algunas informaciones que aseguraban que el príncipe de Asturias acudiría a la ceremonia bautismal, los fotógrafos esperaban en la puerta de la parroquia San Miguel de Miramar. En esta iglesia situada en el Limonar, uno de los barrios más elegantes de Málaga, se celebraba el bautizo este sábado a las seis de la tarde. La espera de los fotógrafos fue en vano, ya que don Felipe no apareció.

Álvaro Fuster