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Iñaki Urdangarín sigue usando la casa del Rey en Baqueira Beret, La Pleta
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Iñaki Urdangarín sigue usando la casa del Rey en Baqueira Beret, La Pleta

A pesar de haber sido apartado de las tareas de representación que implicaba el estar casado con una infanta de España, de no aparecer desde hace

A pesar de haber sido apartado de las tareas de representación que implicaba el estar casado con una infanta de España, de no aparecer desde hace unas semanas en la página web de la Casa Real y de que en su día el Rey manifestó por boca de Rafael Spottorno que su comportamiento era “poco ejemplar”, Iñaki Urdangarín sigue utilizando el chalet que el monarca posee en Baqueira Beret.

Desde su regreso forzoso de Washington, el duque de Palma se ha instalado en esta vivienda en innumerables ocasiones, la última el pasado fin de semana. Y no solo ha acudido en compañía de sus hijos y de la Infanta, sino que se ha alojado en la que fuera casa vacacional del Jefe del Estado en solitario cada vez que entre semana ha decidido subir a esquiar. Esta desenvoltura a la hora de entrar y salir de una vivienda que goza de seguridad permanente, de unos servicios que se facturan vía Zarzuela y que durante muchos años fue el lugar de descanso de lo Reyes y sus hijos en Navidad o Semana Santa choca en principio con la estrategia de Zarzuela, que ha hecho un esfuerzo por mostrar un distanciamiento casi total entre la Institución y el duque tras su imputación.

La casa que ahora se ha convertido en el refugio de Urdangarín fue un regalo de los dueños de la estación de esquí al Rey para granjearse así la visita constante de los miembros de Casa Real a sus instalaciones. Una especie de contrato de publicidad. El chalé adosado que le regalaron, situado en La Pleta, una de las zonas más exclusivas, es de estilo aranés, tiene dos plantas y una buhardilla y está valorado actualmente en un millón de euros.

Los domingos, a misa

La última vez que el duque de Palma acudió allí fue el fin de semana pasado, junto a su hijo Miguel. El niño está inscrito en una escuela de esquí que cuesta 700 euros por temporada. El precio incluye las clases y actividades deportivas de 9 de la mañana a 5 de la tarde. Hasta hace poco acudía toda la familia unida para disfrutar de fines de semana completos.

La imputación de Urdangarín no varió estos desplazamientos y muchos viernes viajan hasta Baqueira, a pesar del escándalo que suponían estos viajes lúdicos, para un matrimonio que a su vuelta España circulaba por las calles de Barcelona con un Volkswagen Golf de casi veinte años, pues su grupo de asesores les aconsejó no ostentar demasiado. Pero este último mes las cosas cambiaron y decidieron alternarse. Un fin de semana era la infanta Cristina la que se instalaba en la Pleta con Miguel, al siguiente su marido.

Mientras la hija menor de los Reyes ha procurado mantener un perfil muy bajo en Baqueira en estos viajes, Urdangarín hacía a veces lo contrario. Incluso algunos domingos acudía a primera hora a la misa que se celebra en la iglesia que se encuentra a pie de pista ante la extrañeza de muchos de los habituales en Baqueira, que nunca le habían visto en la liturgia dominical. Los fieles no entendían la necesidad del duque de Palma de hacerse notar y sobre todo de tener que pasar un mal trago cuando algunas personas preferían escabullirse de su lado en el momento de ‘dar la paz’.

A pesar de haber sido apartado de las tareas de representación que implicaba el estar casado con una infanta de España, de no aparecer desde hace unas semanas en la página web de la Casa Real y de que en su día el Rey manifestó por boca de Rafael Spottorno que su comportamiento era “poco ejemplar”, Iñaki Urdangarín sigue utilizando el chalet que el monarca posee en Baqueira Beret.

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