Hablan los compañeros de trabajo de la Infanta Cristina: "Ella nunca sería despedida de La Caixa"

El 3 de septiembre de 2012 la infanta Cristina, con su bolso en mano e impecablemente vestida, retomaba su trabajo en La Caixa, un puesto laboral que en realidad no había abandonado nunca ya que durante su estancia de tres años en Washington había seguido ejerciendo su labor como directora del Área Internacional de la Obra Social de la entidad bancaria. El objetivo del regreso a Barcelona y a su puesto en la fundación era el de estar preparada para afrontar la defensa de Iñaki Urdangarin y evitar el desarraigo de sus hijos.

Esta semana se anunciaban más de 3.000 despidos en La Caixa, convirtiéndose en uno de los temas más comentados. Lo cierto es que los recortes no afectan a la obras social, donde trabaja la infanta, sin embargo en la redes sociales pronto empezaron a preguntarse qué ocurriría si ella estuviese incluida en esa lista de despidos. La mayoría de los trabajadores de la entidad en Barcelona, contactados por Vanitatis, prefieren guardar silencio. Otros, en cambio, alaban la función de la hija del Rey. Los ‘tuiteros’, en cambio, se mostraron más hostiles.

“Entre los 3.000 despidos de La Caixa ¿se encuentra la Infanta?”,se pregunta un usuario. Otra también pregunta lo siguiente: “¿Entra la Infanta en el ERE de La Caixa? ¿No? Pero si cobra un pastón por no ir a trabajar!”. “Y la infanta Cristina, 100.000 euros de sueldo en La Caixa ¿por hacer qué?”, afirma otro.

A los ojos de los asiduos a las redes sociales, el anuncio de los despidos resulta flagrante si se tiene en cuenta que este mes de febrero también se ha conocido que la entidad bancaria concedió a la infanta Cristina un crédito hipotecario de 5 millones con cuatro años de carencia (sólo paga intereses en ese plazo). No obstante, los trabajadores de La Caixa aseguran que esto puede llegar a ser ‘normal’ para los empleados: “Solemos tener beneficios de ese tipo. Un compañero pidió un crédito y le ofrecieron todo tipo de facilidades. No sé si con ese tipo de interés o no, pero lo que sí es cierto es que lo tuvo más fácil que alguien que viene a pedirlo de la calle”, aseguran en la entidad.

Los ‘tuiteros’ se han hecho preguntas: ¿Qué ocurriría si la infanta Cristina abandonase La Caixa? ¿Sería posible, por extraño que parezca, que ella se quedase fuera de la fundación a raíz del ERE? ¿Cómo cambiaría su vida con respecto a la que llevaba en Washington, ciudad de la que volvió para acometer su trabajo de siempre en la entidad bancaria?

Su entrada en La Caixa se produjo el 8 de octubre de 1993, hace casi 20 años. Su labor allí ha ido evolucionando con el paso del tiempo. Primero en el departamento de programas culturales de la Fundación La Caixa, y después como encargada de organizar exposiciones. Poco a poco, fue pasando de las actividades culturales a una función más solidaria y se convirtió en coordinadora de programas de cooperación internacional para el Tercer Mundo en la fundación.  Fue el 17 de marzo del año 2006 cuando obtuvo su actual cargo en la entidad, el de directora del Área Internacional de la Obra Social.

Los despidos afectarán a 3.500 trabajadores de la entidad y al cierre de unas 1.000 oficinas. Aun en el caso de que la infanta estuviese en la 'zona de peligro', según otro trabajador de La Caixa, “la infanta jamás sería despedida. Es una suposición de locos. Sigue estando muy bien valorada en la entidad. Cada vez que se menciona su trabajo entre los empleados no se habla de Iñaki Urdangarin ni tampoco lo que está sucediendo últimamente con la Casa Real”, asegura.

Sin embargo, en páginas como ‘Change.Org’ existen peticiones de firmas para que la infanta no continúe en su cargo. Alegan la mala imagen que daría a una firma que siempre ha destacado “por su labor social”. Un trabajador de La Caixa asegura que “no creo que en las posibles reivindicaciones por los ERE salga a relucir el cargo de la infanta. Sería demasiado fácil y ella no es la culpable de lo que está ocurriendo. Igual si yo fuese uno de los despedidos pensaría lo contrario, pero me parece un recurso fácil cargar contra ella. Hay muchos trabajadores que están a su mismo nivel y nadie dice nada sobre ellos”.