Siete años tras la pista de Corinna
‘El otro amigo de Corinna’. Ese era el titular de la semana pasada en la revista Tiempo, que sacaba a relucir unas fotografías de la ‘amiga
‘El otro amigo de Corinna’. Ese era el titular de la semana pasada en la revista Tiempo, que sacaba a relucir unas fotografías de la ‘amiga entrañable’ de don Juan Carlos realizadas justo cuando viajó a Río de Janeiro, poco después del accidente producido en Botsuana y mientras el monarca era operado. Se ha dado a conocer que, para ese y otros viajes, la princesa alemana utilizó el pasaporte diplomático. Pero, ¿cómo consiguieron los paparazzi esas fotografías de Corinna? ¿Por qué han tardado tanto en aparecer en los medios?
Abril de 2012: Froilán sufre un accidente tras dispararse en un pie. El Rey don Juan Carlos viaja, dos días más tarde, a Botsuana. El periodista Gustavo González habla, en televisión, de ese viaje del monarca sin desvelar el destino. ¿Qué hace que el Rey viaje cuando su nieto acaba de sufrir ese percance? El accidente que lo lleva a operarse de la cadera acaba desvelando el lugar y poniendo a Corinna en el mapa de la prensa. Ella lo había acompañado. La princesa alemana es ‘invitada’ a salir del país por un amigo del Rey. Es trasladada a Mónaco y todo el mundo quiere saber quién es la persona que acompañaba al Rey en su viaje.
Dos fotógrafos especialistas en Casa Real siguen la pista de la rubia princesa y se dan cuenta de que tiene una fundación, Laureus. Ese es el germen del seguimiento a Corinna. El próximo acto es en Brasil y hasta allí se desplazan dos fotógrafos durante dos días para seguir su rastro. Las fotografías aparecidas en la revista Tiempo dan a conocer aquel viaje, en el que está acompañado de ese otro ‘amigo’. Los paparazzi reparan en un detalle fundamental: la acompaña un ‘amigo’, el empresario Marcelo Carvalho de Andrade, pero no se aloja en el mismo hotel que ella. Sin embargo, va todos los días a buscarla al hotel Copacabana Palace.
Tras los cuatro días, los fotógrafos se dan cuenta de que Corinna tiene que volver a Londres. Uno de ellos decide embarcarse en el mismo avión que ella mientras que el otro se queda en Brasil para recoger el material que dejan en ese país. Llaman por teléfono a otro fotógrafo para que espere la llegada de la princesa en el Reino Unido. Hasta ese momento, nadie sabe dónde vive la princesa y el fotógrafo que viaja a su lado espera descubrirlo. Viaja en segunda mientras que Corinna lo hace en business. Cuando llega al aeropuerto, el ‘perseguidor’ de la princesa observa algo insólito: la policía le requiere la documentación y no puede avisar al compañero que espera en la capital británica por qué puerta saldrá la princesa. La sospecha está clara para el paparazzi: Corinna debe tener algún tipo de privilegio para haber salido de incógnito del aeropuerto. O bien es recogida a pie de pista, o bien sale por la puerta por la que suelen salir las autoridades, piensa él. A partir de ese momento, Corinna se convierte en un personaje buscado, escrutado y analizado por todos los medios. Pero para estos fotógrafos especializados en Casa Real, es ya una vieja conocida…
Según pudo saber Vanitatis, hubo otra publicación que compró estas fotografías. Tuvo los derechos de estas imágenes durante seis meses, pero jamás salieron a la luz. Es entonces cuando los fotógrafos vuelven a intentar vender el reportaje, alcanzando un acuerdo con Tiempo.
Verano de 2006: Cuando los reportajes de Corinna en ¡Hola! y en Tiempo son una posibilidad entre un millón y la Familia Real todavía es una institución intocable, los fotógrafos que esperan registrar las imágenes del Rey embarcando en el ‘Fortuna’ durante sus vacaciones en Mallorca se encuentran con problemas. Los agentes de seguridad que trabajan para don Juan Carlos les impiden realizar su trabajo. El germen de sospecha está sembrado: el Rey puede estar acompañado por alguien que no quiere mostrar. ¿Quién puede ser?
Agosto de 2008: Varios fotógrafos acuden a Mallorca con un firme propósito: conseguir las primeras imágenes de la princesa de Asturias en bikini. Tienen una serie de problemas para lograr su propósito en la Isla de Cabrera. Entre intento e intento de captar las imágenes, un rumor recorre toda la isla en boca de los periodistas: la posible existencia de una ‘amiga entrañable’ a la que se llega a poner nombre y apellidos. El olfato de los paparazzi se agudiza para averiguar su relación con Casa Real.
Mayo de 2010: El Rey se somete a una operación de pulmón. La periodista Pilar Eyre y otros compañeros de profesión hablan de un cambio de actitud en el monarca. Se dice que ha comunicado a sus personas más allegadas un profundo deseo de ‘hacer su vida’. Los fotógrafos sospechan que esa aseveración tiene mucho que ver con el personaje que se nombraba en las islas. Ese mismo año, los fotógrafos consiguen captar iágenes de Corinna en una estación de esquí de Suiza. Una conocida revista decide comprarlas para retirarlas del mercado. Conscientes de que es difícil ver esas imágenes sobre el papel, los paparazzi aceptan esa compra y el acto de deferencia de la publicación hacia Casa Real.
Marzo de 2011: Como desvelaría tiempo más tarde la revista El Pulso, el Rey organiza una cena con sus tres hijos en el restaurante 'El Landó'. Llama la atención la ausencia de la Reina. Como se especulará más tarde, parece que la razón de ser de tal encuentro tiene mucho que ver con que el monarca les hable de la princesa alemana.
Verano de 2011: Las apariciones del Rey en Mallorca son cada vez más escasas. Tampoco participa en la Copa del Rey de vela, lo cual acaba molestando a muchos de los anunciantes del evento deportivo a pesar de que se alude a la salud de don Juan Carlos como motivo de esta ausencia. Ese verano será fundamental en el trabajo de los fotógrafos que siguen la pista de Corinna. Después de un arduo trabajo, consiguen captar unas imágenes del Rey junto a Corinna en el restaurante 'Aspen', regentado por su amigo Miguel Arias. Llama la atención el encuentro, ya que el restaurante está situado en La Moraleja, en Madrid, y a don Juan Carlos parece importarle poco dejarse ver por la zona residencial cuando le pueden llover críticas por su ausencia en Mallorca.
Algunos paparazzi reciben el aviso de que deben montar guardia en el Pardo. Solo se trata de una sospecha, pero creen que Corinna puede estar viviendo en la finca La Angorrilla. El recinto es inescrutable y no pueden realizar ninguna fotografía que lo certifique. Sin embargo, los indicios aumentan ya que el Sindicato Unificado de Policía ha asegurado que, durante ese tiempo, el hijo de Corinna estaba escolarizado en España.
Los fotógrafos que hacen guardia en la finca tienen más tarde un dato fundamental y revelador: sus fuentes les aseguran que Corinna y don Juan Carlos podrían haber estado juntos en una finca de Extremadura perteneciente a Patrimonio Nacional y que los viajes en los que la princesa parecía mediar con el monarca pueden ser más privados de lo que parece.
Invierno de 2013: El nombre de Corinna reaparece en los correos que Diego Torres, socio de Iñaki Urdangarin en la 'Fundación Noos', entrega al juez en la causa abierta por la presunta malversación de fondos y blanqueo de capitales de la misma. Las entrevistas de Corinna concedidas a la revista ¡Hola! y al diario El Mundo la ponen en boca de todos. Es el momento en el que esas fotografías celosamente guardadas y realizadas en Brasil aparezcan por fin. Como publicaba Vanitatis existen varias series de imágenes de Corinna con el Rey guardadas en un cajón. Algunas de ellas la muestran en una estación de esquí de Suiza, y fueron tomadas por varios paparazzi en 2010. Una conocida revista las habría comprado para mantenerlas a buen recaudo. La pregunta que se hacen los que intentaban ‘cazar’ a la princesa es clara… ¿hasta cuándo? Muchos ciudadanos también se lo preguntan...
‘El otro amigo de Corinna’. Ese era el titular de la semana pasada en la revista Tiempo, que sacaba a relucir unas fotografías de la ‘amiga entrañable’ de don Juan Carlos realizadas justo cuando viajó a Río de Janeiro, poco después del accidente producido en Botsuana y mientras el monarca era operado. Se ha dado a conocer que, para ese y otros viajes, la princesa alemana utilizó el pasaporte diplomático. Pero, ¿cómo consiguieron los paparazzi esas fotografías de Corinna? ¿Por qué han tardado tanto en aparecer en los medios?