El príncipe Felipe, del Premio Cervantes a los coches eléctricos en Málaga

La Familia Real está viviendo la crisis más fuerte de su historia, pero don Felipe no parece notarlo. Al menos eso demostraba en su rostro este jueves en la presentación de la iniciativa Zem2All de movilidad, que hará de Málaga la capital de España con más coches eléctricos rodando por sus calles. Un estricto dispositivo policial cercaba a jubilados y parados que se congregaron en la avenida Sor Teresa Prat sin poder ni oler a don Felipe. El barrio de Huelin se asomaba a las ventanas y en la calle todos querían saber cómo era de cerca  el hijo de don Juan Carlos.

Al bajar del coche saludó a todos los que se agolpaban tras las vallas de la acera opuesta a la entrada principal del edificio, a unos 50 metros de distancia. El heredero ha besado Málaga, una de las ciudades españolas más deprimidas por la crisis, el mismo día en el que el desempleo ha tocado a 6.202.700 personas y la tasa ha subido hasta el  27,16%. La seguridad tenía una excusa perfecta: desde el proceso Undargarin, con la consabida decadencia popular de la Casa Real, toda cautela es poca ante cualquier imprevisto.

Entre tanta vigilancia, la anécdota del día la protagonizaron tres jóvenes de Juventudes Socialistas que portaban una urna con la intención de que los ciudadanos allí presentes votaran a favor de la monarquía o la república. Los chicos de Pablo Iglesias creyeron que estarían más próximos a su alteza, pero las distancias resultaron no ser tan cortas y su urna se quedó huérfana de papeletas. Algunos de los escasos vecinos de la deprimida barriada de Huelin le espetaban: “Niño, danos trabajo que aquí ya no nos queda de nada”. Un señor republicano parafraseaba lapidariamente “Un Felipe V trajo a los Borbones y un Felipe VI se los va a llevar…a esta gente ya no la necesitamos. Esto lo podía haber presentado Agustín Bravo y no nos hubiera costado un duro al pueblo. Estamos hartos”, aseguraba.

También hubo algún grito de ‘guapo’ para su alteza, pero fueron los menos. Cuando una periodista le preguntó a un miembro de su seguridad: “¿El príncipe hará algo más después de los discursos?”, este le respondió: “Coger el avión y llegar a comer a Madrid”. “Con Leti”, musitó ella. El guardaespaldas real respondió censurándola: “A la princesa Doña Leticia querrá decir usted, ¿no?”.

La Costa del Sol le trae buenos recuerdos a don Felipe. Aquí celebró, junto a su esposa, su último aniversario de boda el pasado mes de mayo. Fue un viaje de trabajo, una visita que dedicó a conocer el centro de la Sagrada Familia de Cáritas. Ahora el heredero de la corona ha tocado la tierra de los ‘boquerones’ sin Doña Leticia y en mitad de unas fuertes medidas de seguridad.

Un príncipe ecologista

Hubo chascarrillos de todas clases para inaugurar el proyecto de coches eléctricos Zem2All. La ciudad está siendo protagonista de una prueba piloto a nivel internacional que viene avalada por una inversión previa de 60 millones de euros a cargo del Gobierno japonés y grandes multinacionales como Hitachi, Mitsubishi, Endesa, Enel y Ayesa, entre otras. En la puesta de largo del proyecto, en el Museo del Automóvil, el príncipe Felipe estuvo con el ministro de Industria, Tecnología y Comercio, José Manuel Soria, como representante del Gobierno español, y una nutrida representación del Gobierno japonés, que lidera este programa para impulsar el coche eléctrico como medio de transporte de masas. Allí estaban todos los grupos políticos excepto Izquierda Unida, cuyo portavoz en el Ayuntamiento, Eduardo Zorrilla, dijo que no asistían «para no apoyar a la institución».

Quedó claro, por tanto, que el príncipe Felipe apoya incondicionalmente las ventajas de la movilidad eléctrica. Así lo manifestó con su entusiasmo. La ciudad ha sido elegida para ser la sede del proyecto por ser pionera en el desarrollo del concepto de ciudades inteligentes. De hecho, Málaga cuenta con un proyecto de estas características desde 2009, Smartcity Málaga, que busca hacer realidad un nuevo modelo de gestión energética en las grandes ciudades. Durante los últimos meses, Zem2All ha pedido la participación a 200 ciudadanos malagueños que disfrutarán de un vehículo eléctrico modelo Mitsubishi iMiev en la modalidad de ‘renting’.

Esta red de infraestructura de recarga ya está empezando a desplegarse y los primeros clientes domésticos e institucionales ya cuentan con sus vehículos y puntos de recarga, que permiten al coche tomar energía de la red y que el pueda devolver energía al sistema eléctrico en momentos de alta demanda u otras necesidades. 

El príncipe no duda de que el coche eléctrico puede significar el futuro, pues evita la emisión masiva de CO2 a la atmósfera y pondría fin a la dictadura del petróleo. Sin embargo, todavía parece estar lejos el día en el que este tipo de vehículos campen a sus anchas. Los empresarios, por lo menos, no lo tienen claro. Ni ellos, ni los parados que esperaban al Príncipe en las inmediaciones del acto y le decían que no tenían ni para coger el autobús.