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La mutable belleza de Rania de Jordania
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La mutable belleza de Rania de Jordania

La reina Rania de Jordania fue fotografiada la pasada semana paseando por las calles de Nueva York, donde lució un rejuvenecido semblante. Parece que la esposa

Foto: La mutable belleza de Rania de Jordania
La mutable belleza de Rania de Jordania

La reina Rania de Jordania fue fotografiada la pasada semana paseando por las calles de Nueva York, donde lució un rejuvenecido semblante. Parece que la esposa del rey Abdulá II de Jordania ha vuelto a caer en la tentación del bisturí para remodelar de nuevo sus facciones físicas.

Unas líneas faciales que distan mucho de aquellas que conquistaron al príncipe heredero en 1993 y con las que se dio a conocer mundialmente. Tras cerca de veinte años como marido y mujer –se casaron el 10 de junio de 1993-, Rania no ha querido resignarse a los estragos del paso del tiempo.

No sólo parece mucho más joven que antes, sino que comparando imágenes de sus primeros pasos en las revistas del corazón y las que recientemente se han captado en Nueva York, se podría decir que se trata de dos personas completamente distintas.

La nariz y los labios desde luego no parecen los mismos que hace unos años. Siquiera que hace apenas unos meses. Los mismos con los que deslumbró al mundo en la boda de los príncipes de Asturias, punto de partida de todo un paradigma, el que habla de la reina de Jordania como modelo a seguir, a partir de ese momento, por la propia princesa Letizia.

Rania goza de una excelente imagen pública fuera de sus fronteras por su activo compromiso por los derechos de las mujeres islámicas y otras iniciativas solidarias y humanitarias. El problema reside en que en Jordania su popularidad está en sus horas bajas. Desde hace unos meses, la consorte no atiende compromisos oficiales ni realiza apariciones públicas por miedo a la reacción de las facciones más radicales del país.

Sus súbditos se han declarado en contra de la imagen de lujo que trasmite la Reina en sus apariciones públicas mientras una cuarta parte de la población civil se encuentra por debajo del umbral de la pobreza. Y pese a haber sido elegida como la tercera mujer más bella del mundo por la revista Harpers Bazaar, Rania se ha decantado por no compartir su mutable belleza en su país, donde tanto bisturí parece que ofende más que en la Gran Manzana. 

La reina Rania de Jordania fue fotografiada la pasada semana paseando por las calles de Nueva York, donde lució un rejuvenecido semblante. Parece que la esposa del rey Abdulá II de Jordania ha vuelto a caer en la tentación del bisturí para remodelar de nuevo sus facciones físicas.