Luis Medina, el representante español de la boda de Magdalena de Suecia

Un español en mitad de la realeza europea. Luis Medina llegaba este viernes por la noche al banquete ofrecido por los reyes de Suecia. Vestido con un elegante ‘chaqué’ y una pajarita se convertía así en el único español que acudía a una ceremonia de bajo perfil a la que no han acudido los máximos exponentes de la realeza europea. El hecho de que Magdalena de Suecia no sea una heredera directa al trono ha hecho que la Familia Real española sea una de las que no han acudido al enlace, a pesar de que otras Casas Reales sí que han enviado alguna representació, por muy escueta que esta fuese.

El hijo de Naty Abascal destacó, como viene siendo habitual en él, por su elegancia en el atuendo durante el banquete previo a la boda y también por su sentido estético a la hora de elegir un frac acompañado de camisa y pajarita blanca el día del enlace. La razón de su asistencia tanto al banquete como a la boda se debe a la larga amistad que le une a Magdalena de Suecia desde hace tiempo. Hace años, cuando la princesa sueca visitó nuestro país en compañía de unas amigas, todavía no había conocido al que este sábado se ha convertido en su marido. Medina hizo de anfitrión y de guía por las costumbres y las tierras españolas, un detalle que la princesa jamás olvidó.

Además, también estuvo presente en el primer acto tras uno de los momentos más difíciles de la vida de Magdalena: el primero que se celebró después de romper su compromiso matrimonial con Jonas Bergström, el que iba a ser su esposo. El acto se celebró en Londres en 2010 y Medina no quiso faltar para mostrar el apoyo a su amiga.

Teniendo en cuenta que el romance con Chris O'Neal supuso una sorpresa para muchos y que Lla 'peineta' del norteamericano a los paparazzi escandalizó a los monárquicos más recalcitrantes, no es de extrañar que Magdalena necesitase apoyos múltiples a la hora de defender su historia de amor con un hombre que ni siquiera ha querido acceder a ningún tipo de título. Luis Medina ha demostrado ese apoyo desde el principio.

Rubia e irreconocible, la princesa apareció de la mano del hijo de Naty Abascal en la portada de la revista ¡Hola! correspondiente a julio de 2010, poco después del acto de la ONG en Londres. Él, con pajarita y ella con un vestido de estilo griego y de color gris eran emblema del 'glamour' para la revista decana de la prensa del corazón.

Se trataba de una fiesta benéfica de las que se han convertido en habituales dentro del itinerario de Magdalena. Fue a favor de la World Childhood, una ONG presidida por la reina Silvia. En 2012 también la acompañó en un acto celebrado en Nueva York y volvió a hacer gala de su amistad. Medina era, por tanto, una presencia esperada en la boda y, a la postre, ha venido a suplir el vacío español en los bancos de los invitados. Nadie le ha preguntado si quería cargar con esa responsabilidad pero, a juzgar por los comentarios de los que han sido testigos indirectos del enlace, parece que no lo ha hecho nada mal.