El trágico cumpleaños del marido de la reina Margarita de Dinamarca, el príncipe Henrik

Este martes, el príncipe consorte de Dinamarca, Henrik, marido de la reina Margarita, celebró su 79 cumpleaños en una jornada que se tornó trágica y triste no sólo para la familia real danesa, también para los ciudadanos que se acercaron hasta el castillo de Krinborg para felicitarle.

Fieles a la tradición, los festejos de este día comenzaron con 21 salvas disparadas por un cañón con la ayuda y vigilancia de varios miembros de la artillería. Sin embargo, un fallo en el sistema de seguridad hirió de gravedad a uno de los soldados que no sólo ha sufrido graves quemaduras en una de sus piernas, sino que se le han tenido que amputar varios dedos de una mano, según recoge la prensa del país.

El accidente ocurrió cuando varios artilleros comenzaron a preparar las salvas en la parte superior de uno de los muros del palacio. En ese momento, una fuerte explosión sorprendió a un soldado lanzándole muro abajo desde más de seis metros de altura. Tras el accidente, varios testigos se acercaron e intentaron sofocar con agua las quemaduras de este joven de 26 años que perdió el conocimiento durante unos minutos y que fue traslado rápidamente en helicóptero al hospital.

El portavoz de la policía danesa, Henrik Rasmussen, ha comentado ante los medios que según sus informaciones “estaban metiendo una carga en el cañón cuando ésta salió disparada”. El soldado continúa hospitalizado pero estable.

El príncipe que quiere ser rey

Casado desde 1967 con Margarita de Dinamarca, Henrik ha estado a la sombra de su esposa durante más de tres de décadas, siempre en silencio y sin llamar la atención. Sin embargo, en 2002 una crisis existencial le llevó a refugiarse en su castillo francés de Caix tras sentirse infravalorado por su hijo Federico.

El príncipe consorte sufrió este trance después de que Federico y el cuerpo diplomático acordara que fuera él quien sustituyera a su madre, enferma, en la recepción de Año Nuevo de ese mismo año.

“Durante años he sido el número dos en Dinamarca, y es un papel del que estoy satisfecho. Pero después de tantos años no quiero verme degradado al tercer rango como si fuera un acompañante cualquiera”, aseguró.  “Soy el primer hombre, no mi hijo”. Estas declaraciones intentaron solventarse con la aprobación de un referéndum de la Ley de Sucesión en la que equiparaba  a los dos sexos, algo que no contentó el príncipe Henrik, que volvió a denunciar en 2009 un agravio comparativo y reclamó el título de Rey.