La infanta Elena visita por sorpresa a su hermana Cristina el día de su 48 cumpleaños

Exista o no un distanciamiento entre los miembros de la Familia Real, lo cierto es que este jueves el cumpleaños de la infanta Cristina ha sido más solitario de lo que se esperaba. Con el objetivo puesto en proteger la intimidad de sus cuatro hijos, la hija menor del Rey continúa manteniendo un perfil bajo para no dar motivos que den que hablar.

La imputación de su marido y su fugaz encontronazo con la decisión judicial del magistrado José Castro de imputarla por su participación en el fraude a la Administración y malversación de caudales públicos a través del Instituto Nóos han creado una distancia insalvable entre Cristina y parte de su familia. Tanto es así, que sólo la infanta Elena viajó hasta Barcelona para felicitar a su hermana. Su visita fue captada por varios reporteros gráficos a los que Elena sonrió y saludó desde la parte trasera del coche en el que viajaba rumbo a Madrid. También su mano derecha, Carlos García Revenga, secretario de las infantas, acudió a arropar a Cristina en su 48 cumpleaños.

La gran ausente fue la reina Sofía, que en lugar de acudir a ver a su hija, asistió a la clausura del curso en la Escuela Superior de Música Reina Sofía en Madrid en el Palacio Real de El Pardo, donde coincidió con sus cuñados, la infanta Margarita y su esposo, Carlos Zurita. Ya el pasado 5 de junio, la reina viajó hasta la ciudad condal para felicitar a su nieta Irene, que cumplía ocho años.

Fiel a su propósito de mantenerse alejado de los problemas de la familia Urdangarin, el príncipe de Asturias tampoco fue a Barcelona. Felipe, que continúa ejerciendo sus funciones, ampliadas desde que el Rey ha reducido su agenda tras su operación de hernia el pasado mes de marzo, recibió en el Palacio de la Zarzuela a varios miembros de la Seguridad Social. Letizia, que no le acompañó a esta audiencia, prefirió quedarse en Madrid cuidando a sus hijas.

Al que tampoco se vio fue a Iñaki Urdagarin. Recluido en el palacio de Pedralbes, cada vez se deja ver menos en público. De hecho, sus salidas más habituales son los fines de semana, cuando acude a ver el partido de balonmano de sus hijos.