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El estilo 'abdica' en Qatar: adiós a la jequesa Sheikha Mozah Bint Nasser
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El estilo 'abdica' en Qatar: adiós a la jequesa Sheikha Mozah Bint Nasser

Acostumbrados a los cánones de belleza occidental, los medios españoles quedaron prendidos del estilo -y los estilismos- de la jequesa de Qatar, Sheikha Mozah bint Nasser

Acostumbrados a los cánones de belleza occidental, los medios españoles quedaron prendidos del estilo -y los estilismos- de la jequesa de Qatar, Sheikha Mozah bint Nasser Al Missned, en su última visita oficial a nuestro país, en abril del año 2011. Quizá nunca se produzca ninguna más, porque este lunes, su marido, el emir Hamad bin Jalifa al Zani, ha anunciado su intención de traspasar el poder a su hijo Tamim bin Hamad al Thani, y con ello dejará de viajar en representación del emirato en compañía de su segunda esposa. Dejan paso a nuevos aires de modernidad encarnados en el príncipe heredero y sus dos esposas, de las cuales destaca la primera de ellas, Sheikha Jawaher bint Hamad bin Suhaim al-Thani, que presumiblemente será la sustituta de la jequesa, aunque la embajada qatarí en España ha preferido guardar silencio a este respecto en conversación con Vanitatis.

Independientemente de cuál de las esposas del nuevo jefe del Estado sea la elegida para representar a Qatar en el mundo, ésta tiene muy difícil igualar a la actual jequesa, licenciada en sociología, gran conocedora del protocolo y embajadora de estilo. Fueron estas condiciones las que hicieron que su marido la eligiese por delante de sus otras dos esposas para que le acompañara en los viajes oficiales. Su periplo por el mundo representando a la ‘marca Qatar’ podría llegar a su fin con la decisión del hasta ahora emir de abandonar el trono en favor de su hijo, que se convirtió en heredero en 2003, después de que su hermano Jasim renunciase al cargo sin conocerse el motivo. Con ello, el heredero, de 33 años, cuarto de los 24 hijos del monarca absoluto y segundo de la jequesa, se alzará con el cetro de un país conservador que planea su salto a la modernidad. Plan que encabezó la propia Mozah bint Nasser.

Bint Nasser es una mujer enigmática, que jamás ha desvelado su edad –aunque se calcula que ronda los cincuenta- y siempre cuida al milímetro su apariencia en los actos de postín. Los vestidos de Dior, Gaultier y Chanel, sus firmas fetiche, los corona siempre con un turbante a lo Jackie Kennedy. Esto la convierte en una de las mejor vestidas del mundo según numerosas revistas de moda. Su privilegiada condición respecto a las otras dos esposas del emir, Mariam bint Muhammad y Noora bint Khalid, no sólo se debe al hecho de ser la favorita del monarca, sino por su exclusiva educación y saber estar. Hija de uno de los principales enemigos del emir Jalifa bin Hamad Al Thani, vivió en el exilio en Egipto y Kuwait hasta que en 1977 regresase a su país natal. Una década después se graduó en sociología por la Universidad de Qatar y ha sido galardonada como doctor honoris causa por las universidades de Virginia, Texas A&M, Carnegie Mellon University, el Imperial College London y la Universidad de Georgetown. Esto facilitó su labor como firme defensora del papel de la mujer en el mundo árabe, de la importancia de la familia en la sociedad qatarí y motor de cambio de su país.

Ocaso de la elegancia en Qatar

Pero si algo le ha otorgado popularidad fuera de sus fronteras es su exclusivo armario. En su vestidor no escasean las grandes firmas occidentales. Las joyas también le privan, especialmente las perlas. Pero la exquisita elegancia de la que hace gala la jequesa de Qatar, cuyo estilismo podría rozar la sensualidad sin llegar a mostrar un ápice de su cuerpo, quedará a partir de las próximas semanas relegado a un segundo plano. Otra dama ocupará su lugar y ya son muchos los que vaticinan el final de un esplendoroso reinado de la elegancia.

* El emir, junto a su hijo y la primera esposa de éste.

Ya no se verá de nuevo a Mozah bint Nasser compitiendo en estilo contra la reina Sofía o la princesa Letizia, la reina Isabel II, Máxima Zorreguieta, Carla Bruni u otras primeras damas o royals consortes. Dos son las candidatas llamadas a ser sus herederas, en cuanto a protocolo se refiere, aunque una de ellas comienza a despuntar frente a la otra y desde hace unos meses protagoniza algunos de los actos públicos. Se trata de la primera esposa del príncipe, Sheikha Jawaher bint Hamad bin Suhaim al-Thani, con la que contrajo matrimonio el 8 de enero de 2005. Se trataba de su prima segunda y fruto de su matrimonio nacieron sus cuatro hijos: dos niños y dos niñas. Cuatro años después, Tamim decidió volver a desposarse, esta vez con la hija del embajador de Jordania en Qatar, Sheikha Anoud bint Al-Mana Hajri, con quien ha tenido otros dos hijos.

Pese a que el perfil de Sheikha Jawaher bint Hamad bin Suhaim al-Thani goza de mayor visibilidad de cara a la galería, tanto ella como la segunda esposa del príncipe heredero no sienten una especial fascinación por la moda y las altas casas de costura internacional. Siempre que las cámaras se han centrado en ellas han constatado su reticencia a vestir lujosas prendas, como así lleva haciendo su predecesora desde hace dos décadas. Se decantan más por el tradicional abaya –túnica negra- que cubre su cuerpo y sus cabellos. Un oscuro futuro para el estilo que exportó la jequesa de Qatar. Un estilo que este lunes ha abdicado, a la vez que lo hacía el emir. 

Acostumbrados a los cánones de belleza occidental, los medios españoles quedaron prendidos del estilo -y los estilismos- de la jequesa de Qatar, Sheikha Mozah bint Nasser Al Missned, en su última visita oficial a nuestro país, en abril del año 2011. Quizá nunca se produzca ninguna más, porque este lunes, su marido, el emir Hamad bin Jalifa al Zani, ha anunciado su intención de traspasar el poder a su hijo Tamim bin Hamad al Thani, y con ello dejará de viajar en representación del emirato en compañía de su segunda esposa. Dejan paso a nuevos aires de modernidad encarnados en el príncipe heredero y sus dos esposas, de las cuales destaca la primera de ellas, Sheikha Jawaher bint Hamad bin Suhaim al-Thani, que presumiblemente será la sustituta de la jequesa, aunque la embajada qatarí en España ha preferido guardar silencio a este respecto en conversación con Vanitatis.