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Letizia compra sus típicas alpargatas veraniegas desde el coche oficial
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siempre las luce en palma de mallorca

Letizia compra sus típicas alpargatas veraniegas desde el coche oficial

Este tipo de calzado veraniego son sus imprescindibles durante sus vacaciones en Palma de Mallorca, los cuales adquiere en Madrid sin llamar mucho la atención

Foto: Imagen de las típicas alpargatas que luce la princesa Letizia en Mallorca
Imagen de las típicas alpargatas que luce la princesa Letizia en Mallorca

Los zapatos y los bolsos son una de las debilidades en el vestidor de la princesa de Asturias. Sobre todo los zapatos. Cuando era periodista de informativos, se los prestaban para salir en la televisión, aunque no se la vieran los pies. Y dependiendo de las firmas, muchas veces se los cedían. Cuando se convirtió en la consorte real, su afición al calzado se convirtió en tendencia. De hecho, los stilettos se empezaron a llamar “letizios” como genérico para señalar los once centímetros de tacón que en aquel tiempo utilizaba la princesa.

Y aunque la mayoría de las firmas españolas importantes envían a Zarzuela catálogos con las últimas novedades para ella y sus hijas antes de que salgan a la venta, la Princesa tiene también su tienda fetiche en el barrio del Niño Jesús de Madrid. Un comercio que no forma parte del circuito habitual de la calle Serrano o el centro comercial de Pozuelo que la princesa suele visitar a menudo y en solitario.

Allí venden alpargatas y zapatillas en diferentes modelos y colores que la entusiasman. Sobre todo las de cuña de diez centímetros, cuyo diseño resulta muy cómodo a pesar de la altura. Letizia las tiene en varios colores y formaban parte de su uniforme de trabajo en Mallorca. La relación comenzó hace un tiempo cuando los propietarios remitieron a la princesa varios modelos, pero como no sabían su número calcularon a ojo y no acertaron.

Seguramente para no perder tiempo con las devoluciones, la consorte del heredero optó por acercarse al comercio, cambiar y probarse directamente. No avisó previamente y cuando llegó se encontró con la tienda llena de gente. No quiso llamar la atención y envió a su acompañante con las cajas de las alpargatas. El ayudante regresó con los números de los modelos que le gustaban y la Princesa se los probó en el coche. Una vez que vio que la sentaban bien, se los quedó. Y a partir de ese día suele acercarse cuando empieza el verano. Ahora compra también para las niñas.

Los zapatos y los bolsos son una de las debilidades en el vestidor de la princesa de Asturias. Sobre todo los zapatos. Cuando era periodista de informativos, se los prestaban para salir en la televisión, aunque no se la vieran los pies. Y dependiendo de las firmas, muchas veces se los cedían. Cuando se convirtió en la consorte real, su afición al calzado se convirtió en tendencia. De hecho, los stilettos se empezaron a llamar “letizios” como genérico para señalar los once centímetros de tacón que en aquel tiempo utilizaba la princesa.

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