Es noticia
Menú
El príncipe Salman llega por sorpresa a Marbella para pasar el día con sus hijos
  1. Casas Reales
pasa de puntillas por la Costa del Sol

El príncipe Salman llega por sorpresa a Marbella para pasar el día con sus hijos

Cuando el heredero del trono saudí desembarcó el sábado, nadie, ni si quiera su secretario, Alin Kallali, era consciente de su visita. Según ha sabido 'Vanitatis', su estancia este año será corta y no conllevará grandes dispendios

Foto:

El príncipe Salman llegó el sábado a Marbella. Aterrizó en su palacio de Al Riyad, comió con sus hijos y sus nietos y se marchó a Tánger junto a su esposa favorita. La llegada del heredero del trono saudí era muy esperada. Lo que aún es una incógnita es si el Rey Juan Carlos, quien se reúne cada verano en Marbella con el príncipe, volará hasta Marbella para visitar a su amigo, tal y como hace otros años en encuentros fugaces y de carácter privado. Según ha sabido de fuentes cercanas a la casa saudita, el heredero se quedará muy poco tiempo en Marbella y este año no se espera, como en otras ocasiones, el dispendio de otras estancias. Son tiempos expectantes para la monarquía saudí. Las revueltas que agitan el mundo árabe han sacudido también los cimientos del reino de Salman, aunque no lo hayan alcanzado. Desde el ejecutivo saudita se considera la situación actual del derrumbe de los regímenes de Ben Ali en Túnez y, sobre todo, de Mubarak en Egipto como una amenaza.

El príncipe que ya no come churros

El séquito saudí llevaba varios días esperando al monarca. Los preparativos en el palacio Al Riyad y en el lujoso yate Shaf of Londonanunciaban la pasada semana su inminente llegada. Cuando el desembarco tuvo lugar el sábado, nadie, ni su secretario Alin Kallali, era consciente de la fugacidad de su visita. El hermano del desaparecido rey Fahd quiere cumplir son su cita estival con la que regala presencia cada año a su pueblo. Pero ya nada es igual que antes. La llegada de los monarcas sauditas revolucionaban la ciudad. Ahora llegan de extranjis y nadie les ve asomarse por la ciudad del canto sin dueño y en cuanto pueden se van a Marruecos. Entre las aficiones de Salman está la de navegar, por lo que en su visita estival a Marbella suele salir a pasear con su yate, ‘Shaf of London’, atracado de forma permanente en Puerto Banús. Pero ahora, a sus 77 años, el príncipe Salman no está para muchos viajes en barco. De todos es sabido que además de los problemas de salud propios de su edad, en el verano de 2010, tuvo que ser intervenido de la columna en Estados Unidos. Aunque la familia real es bastante reservada con los asuntos privados, se sabe que tuvo una apoplejía y desde entonces su brazo izquierdo quedó con movilidad reducida. Sus salidas se reducen a la mezquita marbellí unida al palacio Al Riyad por un camino privado que el mismo príncipe mando construir hace dos décadas en honor a su padre. Algunos de sus rituales como el de desayunar churros con zumo de naranja en la plaza de Los Naranjos también se han extinguido.

Las mujeres del príncipe

El príncipe Salman, heredero del reino saudita, pertenece, como sus predecesores Nayef y Sultán, al llamado clan de los Sudairi. Tiene siete hijos de una de sus esposas favoritas, Hasa al Sudairi. Algunos de ellos está ahora en Marbella con sus nietos. El mayor de ellos, Fahd, reinó entre 1982 y 2005. Ahora, el resto de los hermanos vivos y de sus hijos más influyentes tratan de asegurarse de que uno de ellos sucederá al rey Abdalá. Cuando el monarca nombró heredero al trono a su medio hermano, el príncipe Salman, proyectó el deseo de la familia real de fraguar una imagen de continuidad y estabilidad. Y de momento lo ha conseguido. Salman tiene mucho poder. Lo vierte en dos sectores: como heredero de la corona y como ministro de Defensa, donde aumentó considerablemente su influencia al darle el Gobierno Saudí el control sobre un enorme presupuesto para la compra de armas. España lo quiere como asiduo a Marbella y el reclamo de una de sus esposas, residente en Barcelona, puede ser uno de los mejores cebos para el príncipe de las mil y una noche.

El príncipe Salman llegó el sábado a Marbella. Aterrizó en su palacio de Al Riyad, comió con sus hijos y sus nietos y se marchó a Tánger junto a su esposa favorita. La llegada del heredero del trono saudí era muy esperada. Lo que aún es una incógnita es si el Rey Juan Carlos, quien se reúne cada verano en Marbella con el príncipe, volará hasta Marbella para visitar a su amigo, tal y como hace otros años en encuentros fugaces y de carácter privado. Según ha sabido de fuentes cercanas a la casa saudita, el heredero se quedará muy poco tiempo en Marbella y este año no se espera, como en otras ocasiones, el dispendio de otras estancias. Son tiempos expectantes para la monarquía saudí. Las revueltas que agitan el mundo árabe han sacudido también los cimientos del reino de Salman, aunque no lo hayan alcanzado. Desde el ejecutivo saudita se considera la situación actual del derrumbe de los regímenes de Ben Ali en Túnez y, sobre todo, de Mubarak en Egipto como una amenaza.

Marbella Rey Don Juan Carlos Rey Fahd bin Abdelaziz al-Saud
El redactor recomienda