Los duques de Palma y sus hijos disfrutan de un día de descanso en el lago Lemán

Varios días después de instalarse en su nueva residencia de Ginebra, el matrimonio Urdangarin y sus cuatro hijos aprovecharon las últimas horas de vacaciones de los niños para pasar una agradable jornada en el lago Lemán. Un lugar paradisíaco situado al norte de los Alpes, en la frontera entre Francia y Suiza, en el que la familia al completo pudo disfrutar de la tranquilidad de sus aguas. Los duques de Palma han preferido dedicar el fin de semana al ocio familiar que acudir a la boda del hijo de Aga Khan, íntimo amigo de la infancia del rey don Juan Carlos que ha facilitado el traslado de la infanta a Suiza. Fuentes cercanas a la hija menor del monarca español aseguran incluso que doña Cristina y su esposo jamás fueron invitados a dicho enlace, a pesar de las expeculaciones.

Seis agencias trabajan en Ginebra además de una revista. En los últimos días, se han negociado hasta cuatro reportajes diferentes para ser publicados esta semana en el kiosco rosa

Los reporteros gráficos que siguen la nueva vida de la pareja en Suiza pudieron recoger las instantáneas de las primeras horas de esparcimiento de los Urdangarin desde que abandonaron España. La publicación de estas imágenes está prevista para este miércoles.

Un trabajo, el de los paparazzi, que no está siendo fácil dadas las estrictas medidas de seguridad de las que goza el matrimonio. A pesar de ello, y según ha podido confirmar este portal, el pasado sábado los fotógrafos pudieron hacer su trabajo sin grandes cortapisas a las orillas de Lemán. Sin embargo, cualquier reportaje de los duques en estos momentos está muy lejos de reportar los grandes beneficios que suponía para sus autores un material de estas características cuando no había estallado el ‘caso Nóos’ e Iñaki no estaba imputado.

En estos momentos seis agencias trabajan en Ginebra además de una revista. En los últimos días, se han negociado hasta cuatro reportajes diferentes para ser publicados esta semana, por lo que todo hace suponer que el material que finalmente vea la luz será el recogido en el lago el pasado sábado y cuyos beneficios deberán dividirse en varias partes.

“Los primeros temas de los Urdangarin en Ginebra se vendieron a un precio más elevado, pero a medida que se va publicando material y que el número de fotógrafos desplazados es mayor, las ganancias han descendido, por lo que llegará un momento en el que o el reportaje se hace en exclusiva o no será rentable estar allí”, comenta un reportero gráfico a este portal.

Cumpleaños a la vista