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Los Príncipes hacen vida conyugal por separado
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SE AGUDIZA LA CRISIS

Los Príncipes hacen vida conyugal por separado

Este cambio desconcertante en la forma de actuar de doña Letizia, que ya es público, hace que los rumores de distanciamiento sean cada vez más habituales.

Foto: Los príncipes de Asturias en una imagen de archivo (I.C.)
Los príncipes de Asturias en una imagen de archivo (I.C.)

Cuando este verano la princesa de Asturias decidió ausentarse del almuerzo compartido por el Jefe de Estado, el presidente de Gobierno y el heredero en el palacio de Marivent, junto con la Reina y Elvira Rodríguez, la mujer de Rajoy, no hubo explicaciones oficiales para esa 'huida'a Madrid. Más si cabe cuando las infantas Leonor y Sofía permanecieron junto a su padre y acudieron a los postres a saludar a los invitados de los abuelos y de papá. La madre había decidido no participar en la reunión oficial, donde tampoco hubo imágenes para que esa desaparición voluntaria no fuera tan visible. En otras circunstancias, habría sido el fotógrafo oficial de la Casa el que habría dejado constancia de ese encuentro con las niñas Borbón como atractivo veraniego. No se realizó porque el mosqueo familiar fue mayúsculo.

Dicen que la Reina, que siempre ha apoyado a su hijo en todas las decisiones personales –le gustaran o no–, es consciente del peligro que tienen estos desajustes entre los Príncipes, que ya son públicos. Ella misma ha sufrido en sus carnes lo que supone que la vida de pareja este en el escaparate mediático.

Aún se desconoce qué llevó a doña Letizia a abandonar Palma cuando su trabajo institucional la requería junto a su marido, amén de sus hijas, las infantas Leonor y Sofía. Mientras esa decisión no ha tenido respuesta por ahora, sí se contabilizan, cada vez con más asiduidad, las salidas por separado de la pareja.

Letizia cena y acude a conciertos con sus amigas mientras su marido comparte cine en Madrid y copas en Palma con su círculo de toda la vida. Y no sólo los que su mujer considera “los pijos”, sino compañeros tanto de la universidad como del Ejército que nada tienen que ver con el estigma de “hijos de papá”. Y se dan situaciones surrealistas como la cena que el heredero tuvo con un grupo de amigos en el restaurante Goizeko, en el Hotel Wellington, cuando, alrededor de la una y con el local ya cerrado, un escolta llamó a la puerta anunciando la llegada de la Princesa. En vez de quedarse con el grupo, Letizia instó a Don Felipe a marcharse a casa. Así se hizo.

Los atónitos compañeros de mesa no daban crédito. Seguramente, la decisión del heredero ante el arrebato de su mujer fue la mejor elección. Las batallas que no se van a ganar es mejor no empezarlas.

Las salidas de la Princesa

Y mientras esos cambios de humor sorprenden a los que rodean al matrimonio y ha hecho que personal que trabaja en el recinto de Zarzuela prefiera cambiar de trabajo, la Princesa de Asturias sigue con su hoja de ruta demostrando que es funcionaria de ocho a tres, aunque su agenda oficial se haya visto reducida estos meses. En cambio no así su actividad social y personal. La misma noche en que el Príncipe Felipe tomaba el avión con destino a Buenos Aires para apoyar la candidatura de Madrid como ciudad olímpica, doña Letizia salía de su casa para cenar con sus amigos. Según explicaba Antonio Rossi en El programa de Ana Rosa, “el problema no es que salga, es que no que avisa con el tiempo justo para coordinar el operativo de seguridad, con el consiguiente desbarajuste organizativo”. Resulta especialementesignificativo que la Princesa esperara a que su esposo abandonase palacio para comunicar sus intenciones lúdicas.

Este cambio desconcertante en la forma de actuar de doña Letizia, que ya es público, hace que los rumores de distanciamiento sean cada vez más habituales. Incluso puede que, como ya sucedió en su día con el matrimonio de los Reyes cuando una publicación argentina contó que no compartían habitación, la historia se repita en el caso de la vida conyugal de los Príncipes. La estancia de la pareja en Buenos Aires con la prensa acreditada nacional e internacional va a suponer toda una clase magistral de comunicación no verbal. Los gestos y la manera de actuar de los Príncipes será el termómetro de la supuesta crisis tras nueve años de matrimonio.

Cuando este verano la princesa de Asturias decidió ausentarse del almuerzo compartido por el Jefe de Estado, el presidente de Gobierno y el heredero en el palacio de Marivent, junto con la Reina y Elvira Rodríguez, la mujer de Rajoy, no hubo explicaciones oficiales para esa 'huida'a Madrid. Más si cabe cuando las infantas Leonor y Sofía permanecieron junto a su padre y acudieron a los postres a saludar a los invitados de los abuelos y de papá. La madre había decidido no participar en la reunión oficial, donde tampoco hubo imágenes para que esa desaparición voluntaria no fuera tan visible. En otras circunstancias, habría sido el fotógrafo oficial de la Casa el que habría dejado constancia de ese encuentro con las niñas Borbón como atractivo veraniego. No se realizó porque el mosqueo familiar fue mayúsculo.

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