Luxemburgo sale de su ostracismo y casa al príncipe Félix 'dos veces'

Comienza la cuenta atrás para otro enlace real en Europa, aunque en esta ocasión no habrá sólo una celebración, si no dos. Este martes, día 17, Félix de Luxemburgo dará el sí, quiero a Claire Lademacher, una joven de 28 años de familia adinerada, en una ceremonia civil que tendrá lugar en Villa Rothschild Kempinski, a las afueras de Fráncfort, ciudad natal de la futura princesa.

Ese mismo día, la pareja y los invitados –familiares y amigos íntimos– posarán en público por primera vez como marido y mujer. Cuatro días después, el sábado 21, Félix y Claire se casarán en una ceremonia religiosa en la basílica de Sainte-Marie-Madeleine de Saint-Maximn-la-Sainte-Baume situada en la Provenza francesa, rodeados de un mayor número de invitados, entre los que estarán algunos miembros de la realeza y autoridades políticas del país.

Este ritual de las dos celebraciones no es algo nuevo en la familia real de Luxemburgo. El pasado 20 de octubre, Guillermo, el heredero, también ofició dos ceremonias –pero esta vez en el mismo día– con Stépahnie de Lannoy, una condesa belga de 28 años volcada en labores sociales.

* El príncipe Guillermo y Stéphanie de Lannoy el día de su boda

Una familia real alérgica a los medios

Muy poco conocida y enemiga de protagonizar titulares en la prensa seria, y no tan seria, la Casa Real luxemburguesa ha hecho de la discreción y del buen hacer los dos pilares en los que se sustenta la gobernanza de su Ducado.

A pesar de que Luxemburgo es uno de los países más ricos del mundo –al nivel de Catar, por ejemplo– nunca han hecho alarde de esa distinción.

El príncipe Félix, que cumplió el pasado mes de junio 29 años, es el segundo de los cinco hijos que tienen el Gran Duque Enrique de Luxemburgo y la Gran Duquesa María Teresa, conocida como la criolla por su origen cubano. Su hermano mayor, el príncipe Guillermo y heredero del Gran Ducado, supera la barrera de los 30 –en noviembre cumple 32 años–, por lo que esta Familia Real es la segunda más joven de Europa –por detrás de la belga– ya que el actual monarca tiene 58 años y su esposa 57.

Una princesa enemiga de las redes sociales

La pareja se conoció en 1999, perro no ha sido hasta el pasado año cuando Félix y Claire Lademacher dieron el paso definitivo que les llevará a compartir sus vidas. En diciembre de 2012, la Casa Real anunció su compromiso, día en el que Claire cerró su cuenta de Facebook para evitar a los más curiosos y la tentación de subir fotografías personales como hizo durante sus primeros años de noviazgo.

Claire, que nació en Alemania, proviene de una de las familias más ricas del país. Su padre, Harmut Lademacher ha amasado durante años una fortuna cercana los 600 millones de euros gracias a sus negocios en el mundo de la tecnología. Dueño de LHS Telekommunikation, integrada en Ericsson, tiene, además, un hotel en Suiza, varios castillos en Croacia y Saint-Tropez y lujosas residencias en Alemania, Francia y Suiza.

Este abultado colchón ha permitido a la familia Lademacher proporcionar a su hija una educación de lo más completa. Cuando tenía 11 años, Claire se mudó junto a su familia a Atlanta, donde estudió en la Escuela Internacional de la ciudad y participó en la recaudación de fondos para la construcción de un centro de artes escénicas en el que, al no conseguir el presupuesto previsto, su padre aportó un millón de dólares, motivo por el que el centro lleva el nombre de la joven.

En 1999, regresaron a Alemania. Allí Claire continuó con sus estudios en la Escuela Internacional de Fráncfort para después poner rumbo al internado Beau Soleil del Collège Alpin –al igual que Carlos Fitz-James Stuart, duque de Huéscar e hijo de Cayetana de Alba–, donde Claire se hizo con el Premio a la Excelencia en 2003 y conoció al que la próxima semana será su marido.

Ese mismo año, se trasladó hasta París, donde estudió Comunicación Internacional. Tras licenciarse en 2007, comenzó a trabajar en el departamento de publicidad de la editorial Conde Nast en Nueva York y Múnich.

Actualmente, y a sus 28 años, Claire continúa con su formación académica en Roma, ciudad a la que viaja muy a menudo para preparar su Doctorado en Bioética y en los aspectos éticos del consentimiento para la donación de órganos.

Una relación casi desconocida para los luxemburgueses

Fue precisamente en la Ciudad Eterna donde Félix y Claire coincidieron una década después de residir en el mismo internado suizo. Lejos de las estrictas normas y de la separación de sexos del centro escolar, ambos convirtieron su amistad adolescente en una relación seria que ha pasado desapercibida para el pueblo de Luxemburgo.

De hecho, el ostracismo de la pareja se ha hecho más que patente, ya que sólo han acudido a tres actos públicos como pareja y uno de ellos fue la boda del príncipe Guillermo en 2012, donde les sentaron separados por no estar casados.