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El ‘fenómeno Harry’ da sus frutos: Isabel II confía en él para representarla en el exterior
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SU POPULARIDAD CRECE COMO LA ESPUMA

El ‘fenómeno Harry’ da sus frutos: Isabel II confía en él para representarla en el exterior

Cuarto en la línea de sucesión por detrás de su padre, su hermano Guillermo y su sobrino Jorge, goza en de un protagonismo que genera dudas

Foto: El príncipe Harry este fin de semana durante su visita oficial a Australia. (I.C.)
El príncipe Harry este fin de semana durante su visita oficial a Australia. (I.C.)

Cuarto en la línea de sucesión por detrás de su padre, su hermano Guillermo y su sobrino Jorge, el príncipe Harry goza en los últimos tiempos de un protagonismo que genera ciertas dudas. Con un pasado que le ha llevado a ser apodado como el prince party -el príncipe fiestero-, Harry puso a la monarquía británica contra las cuerdas con tan sólo 18 años.

En 2002 y junto a otro compañero de la universidad de Eton fue fotografiado fumando cannabis y consumiendo alcohol. Desde entonces, la reina Isabel II ha sido quien se ha encargado de dar, en su justa medida, algún que otro castigo a su nieto como cuando le obligó a visitar durante un día un centro de rehabilitación para que conociera los riesgos de consumir drogas. Sin embargo, la reprimenda no fue suficiente. Vestido de nazi en una fiesta de disfraces, tocándole los pechos a una joven que supuestamente era su novia o completamente desnudo en Las Vegas con algunos ejemplos que demuestran que la popularidad del príncipe Harry poco tiene que ver con los escándalos que lleva a sus espaldas.

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Con el ojo siempre puesto en la Familia Real, la opinión pública británica es el medidor de la sensación que causa Harry tanto dentro como fuera de sus fronteras. Si bien nunca ha sido un alumno ejemplar -una de sus profesoras de universidad confesó que le costaba terminar los trabajos y aprobar los exámenes- y se le llegó a prohibir acudir a cualquier fiesta, en el último año el nieto de Isabel II parece haber encontrado su camino.

Considerado por los británicos como uno de sus mejores embajadores, el punto de inflexión entre el pueblo y el príncipe Harry fue en marzo de 2012. Con motivo del 60º aniversario de la entronización de Isabel II, el hijo del príncipe Carlos representó por primera vez a su abuela en una visita oficial al Caribe y que le llevó a Belice y las Bahamas para poner fin a su tour en Brasil. Desde entonces, y a pesar de que los asesores reales se opusieron en un primer momento a que Harry viajara en solitario y que fuera él y no otro miembro de la Familia Real quien representara a la monarquía, el 'príncipe fiestero' ha ganado el pulso. De hecho, incluso la prensa de los países que visitó alabó hasta el extremo su papel como embajador.

El último ejemplo de este sorprendente cambio tuvo lugar este fin de semana en Sidney, donde volvió a representar a la reina Isabel II en el centenario de la Armada. A pesar de ser un país que nunca ha mostrado abiertamente su apoyo a la monarquía, miles de personas acudieron a verle en sus actos oficiales causando un furor que sólo se recuerda cuando Kate Middleton cumple con su agenda.

Esta transformación comenzó a gestarse en 2005, cuando el príncipe Harry ingresó en la academia militar de Sandhurst, como hicieron en su tiempo Winston Churchill, el rey Hussein de Jordania o el Sultán de Brunei. Desde entonces, y además de formarse, Harry fue enviado hasta en dos ocasiones a Afganistán. La primera misión, que comenzó en diciembre de 2007, fue mantenida en secreto durante diez semanas después de que varios medios de comunicación desvelaran la presencia del príncipe. El segundo y último viaje finalizó a principios de este año después de cinco meses de misión en los que, y según el príncipe Harry reveló, mató a varios insurgentes talibán.

Rumores sobre una posible boda

“Enrique no deja de hablar sobre el matrimonio y el proyecto de tener hijos. Y ella (su novia, Cressida Bonas) se ha acostumbrado a la idea. La boda podría celebrarse el año próximo”, asegura un amigo de la pareja en el diario The Daily Telegraph coincidiendo con el viaje del príncipe Harry a Australia.

Según parece, la decisión de formalizar la relación ha llegado una vez que Cressida Bonas, de 24 años, ha superado su miedo de acercarse aún más a la Familia Real británica a través del matrimonio y todo lo que ello conlleva. Aunque ambos llevan saliendo desde el mes de mayo de 2012, Harry ha intentado mantener durante este tiempo a Cressida lejos de las cámaras. Sin embargo, en las últimas semanas la pareja ha dejado de ocultarse y se ha levantado la prohibición de publicar en prensa y televisión fotografías de ella.

Cuarto en la línea de sucesión por detrás de su padre, su hermano Guillermo y su sobrino Jorge, el príncipe Harry goza en los últimos tiempos de un protagonismo que genera ciertas dudas. Con un pasado que le ha llevado a ser apodado como el prince party -el príncipe fiestero-, Harry puso a la monarquía británica contra las cuerdas con tan sólo 18 años.

Kate Middleton Isabel II